Enfrían por fin al Heat

76ers abollan la corona de los campeones de la NBA

James Anderson (9) dispara a la canasta.

James Anderson (9) dispara a la canasta. Crédito: AP

FILADELFIA (AP).— El Heat llegó caliente a esta ciudad y aún presumiendo sus anillos de campeones, pero al fin fueron congelados.

Spencer Hawes anotó 24 puntos y aportó la canasta definitiva al final del cuarto período para conducir a los 76ers de Filadelfia a una victoria por 114-119 sobre el Heat de Miami.

Los Sixers estuvieron fuertes desde el inicio, encestando sus primeros 11 tiros de campo y lograron tener una enorme ventaja de 26-4.

El Heat, sin embargo, borró el déficit en el tercer cuarto y parecía haber tomado el control del partido de la mano de LeBron James.

Hawes anotó un disparo desde la distancia de tres puntos, luego se coló hasta la cesta para poner adelante a su equipo por 109-108 con 2:01 minutos por jugar.

James perdió dos oportunidades seguidas para colocar arriba en el marcador a Miami. Perdió el balón a media cancha en una conducción y luego falló un disparo de 1.8 metros en la siguiente posesión.

Shane Battier falló su séptimo intento de triple consecutivo, y los Sixers aseguraron el resultado a su favor desde la línea de tiros libres.

Antes del partido, Allen Iverson anunció oficialmente su retiro. En realidad, fue la NBA la que renunció al jugador finalmente, casi cuatro años después de participar en su último juego.

Las mejores jugadas de Iverson fueron mostradas una vez más en la enorme pantalla, mientras los aficionados incondicionales de los 76ers de Filadelfia y la leyenda del equipo Julius Erving miraban al jugador con el número tres, cuando estaba en plenitud. Todo ello quedó en el pasado.

“Siempre sentí que era genial ser yo”, dijo Iverson.

Iverson anunció el retiro ayer en el Wells Fargo Center, sitio en el que escenificó tantos momentos dignos del Salón de la Fama.

Guió a los Sixers a la serie final de la NBA en 2001, ganó cuatro títulos de mejor anotador, se enfrentó al ex entrenador Larry Brown y fue una presencia perenne en el Juego de Estrellas.

Solo faltó un título de campeonato en una carrera que lo coloca para siempre entre los más grandiosos jugadores de la liga.

El armador con talla menor a la normal para la posición, pero con un corazón inmenso, encajó perfectamente en una ciudad que valora la autenticidad y el vigor tanto como la producción.

“Siempre seré un Sixer, hasta que muera”, agregó Iverson muy emocionado.

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