ONU estudia violencia

MADRID, España.— Casi el 40% de los mexicanos consideran el narcotráfico y el crimen organizado las principales amenazas a su seguridad, según revela un documento de Naciones Unidas presentado ayer.

El informe sobre Seguridad Ciudadana: diagnóstico y propuestas para América Latina señala a México como el único país de la región, junto con Brasil, en que la mayoría de su población no considera a los delincuentes comunes como el mayor peligro.

“Más de 100 mil personas mueren al año en América Latina por homicidios, un delito que en los últimos años ha registrado un crecimiento en la región del 12%”, agrega el informe presentado en la Casa de América de Madrid.

En México, el incremento del número de homicidios ha sido exponencial, ya que pasó de una tasa de 6 por cada 100 mil habitantes en 2005 a un promedio de casi 25 por 100 mil habitantes en 2011.

Inclusive, en algunos estados como Baja California, Guerrero, Tamaulipas y Chihuahua el índice superó los 30 homicidios por 100 mil habitantes, de acuerdo con el texto.

“Al interior de los países la situación es heterogénea, con municipios, estados o departamentos que tienen indicadores comparables a los países de Europa y lugares en los que la violencia letal es incluso mayor a la de los países en guerra”, asegura el estudio.

La mayoría de los países de América Latina tienen tasas de homicidio con niveles de epidemia, según los baremos de la Organización Mundial de la Salud.

A nivel regional, 11 de los 18 países analizados tienen una tasa superior a 10 homicidios por cada 100 mil habitantes.

México también encabeza, junto con República Dominicana, El Salvador y Venezuela, el ranking de los países con mayor porcentaje de población que ha cambiado sus actividades de ocio por temor a la delincuencia.

Concretamente, el 35.3% de los mexicanos consultados cambió sus hábitos.

“El 50 por ciento de los latinoamericanos consideran que la seguridad de su país se ha deteriorado. Hasta un 65% de los latinoamericanos ha dejado de salir por la noche por inseguridad, y el 13% en promedio reportó haber sentido la necesidad de cambiar su residencia”, señaló, durante la presentación del informe, Heraldo Muñoz, director regional para AL y el Caribe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Los robos en la región casi se han triplicado en los últimos 25 años, mientras que diariamente cerca de 460 personas sufren las consecuencias de la violencia sexual, en su mayoría mujeres, aseguran los responsables del estudio.

Según los últimos datos disponibles, la creciente percepción de inseguridad ha contribuido a que en las últimas dos décadas se haya incrementado de forma sustancial la contratación de guardias de seguridad privada.

“En la mayoría de los países existe mayor tasa de guardias privadas que de policías por cada 100 mil habitantes”, asegura el director regional del PNUD, luego de precisar que este incremento profundiza las desigualdades en la región en el acceso a la seguridad como bien público.

Las políticas de mano dura contra la delincuencia han fracasado en su objetivo de disminuir los niveles de violencia y delito en la región, y han tenido un impacto negativo en la convivencia democrática y en el respeto a los derechos humanos, alerta el estudio.

Entre las recomendaciones de la ONU destaca la creación en cada país de un Acuerdo Nacional por la Seguridad como política de Estado, el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia con respeto a los derechos humanos y la prevención integral de la violencia de género, y la salvaguarda de los derechos de las víctimas.