Ayuda para los que están tras las rejas en California
Proyecto ofrece varios servicios para familiares de los prisioneros
Después de cumplir con su condena, un ex presidiario puede encontrar dificultades para reintegrarse a la vida común. Pero un grupo de personas que entiende sus problemas les tienden la mano para volver a la sociedad.
El Proyecto para una Oportunidad Justa (FCP), fundado en el 2009, es una organización que lucha por leyes de sentencia y libertad condicional justas. También ayuda a los prisioneros a prepararse para su retorno a la sociedad para que puedan ayudar con la construcción de una mejor comunidad.
Geri Silva, coordinadora del programa, destacó que FCP nació en el 2009 “cuando Jimmie Thompson, quien estaba a punto de salir de prisión, se hizo una promesa de hacer lo que fuera para que ellos, los que quedaban atrás, pudieran también volver a casa”, dijo Silva, quien junto con Thompson fundó FCP. Los fondos para sostener el programa, destacó Silva, provienen esencialmente de donaciones y recaudaciones que ellos realizan cada cierto tiempo.
Según Silva, muchas veces, cuando un prisionero ya ha cumplido su condena, no es dejado en libertad inmediatamente o se les niega la libertad bajo palabra cuando ya han cumplido parte de su sentencia.
“La mayoría de los prisioneros no son personas malas. Solo cometieron un error y pagaron por ello. Ellos tienen el derecho de volver a casa cuando ya su sentencia se ha cumplido”, dijo Silva.
Para cumplir con sus metas, FCP abarca distintos programas, como el de asesoramiento legal que ofrecen una vez al mes para las familias de encarcelados, para ayudarlos a prepararse para la audiencia de libertad condicional u otro tipo de problemas legales.
“Nuestra meta principal es prepararlos para solicitar la libertad condicional y su presentación ante la junta de los oficiales que otorgan la libertad condicional”, dijo Donald Hammond, abogado que trabaja como voluntario para la clínica legal del FCP.
La clínica legal se lleva a cabo cada segundo sábado del mes, de 10:00 de la mañana hasta el mediodía. Ayer se realizó una en el Chuco’s Justice Center de Inglewood.
Martha González fue una de las personas que llegó para pedir asesoramiento para sus dos hijos que se encuentran en prisión. En el 2009, sus hijos de 16 y 18 años se involucraron en una pelea, en la que el menor de 16 sacó una pistola e hirió a uno de los contrincantes. Por estar el joven de 16 años involucrado con una pandilla, fue considerada una pelea entre pandillas y ambos hermanos recibieron sentencias de 36 años a cadena perpetua. Ambos tendrán que esperar 36 años antes de solicitar la libertad condicional.
“Estas sentencias son muy injustas”, dijo González, refiriéndose al cargo que se les imputó a sus hijos. “Solo lo aplican para los latinos y los afroamericanos. Si ellos no los hubieran relacionado con las pandillas, ya estarían fuera. La condena es de ocho años máximo”, dijo González.
Sus hijos apelaron a la sentencia, pero ella no está segura si les reducirán la condena.