Urge a indigentes tener su cobertura médica
La comunidad excluida de Ley del Salud carece de cuidados sanitarios
Patricia A. González-Portillopatricia.portillo@laopinion.com
Esperan 16 horas en salas de emergencia, algunos con neumonía y temperaturas de 102 grados.
Otros toleran dolores desgarradores de úlceras y niveles de glucosa por las nubes. Y a pesar de que están excluidos de la cobertura de la Ley del Cuidado de Salud, y que algunos reciben cuidados médicos a través del condado, la población indigente que carece de seguro aún sigue en el olvido.
En California, los condados deben prestar servicios a la población indigente.
Once de los condados también optaron por ofrecer cuidados médicos a la comunidad indocumentada.
Sin embargo, los defensores de salud afirman que incluso eso no será suficiente ni el cuidado necesario para esta comunidad tan vulnerable.
“Hasta en los condados donde brindan servicios a la comunidad indocumentada hay un límite en lo que pagan los condados”, dijo Jim Mangia, presidente y director general St. John’s Well Child & Family Center.
“Muchas personas sin papeles no saben que las clínicas comunitarias brindan cuidados médicos y/o tienen miedo de acceder a los servicios por su condición legal. También hay una lista de espera enorme para los servicios en los centros de salud comunitarios debido al límite en los fondos del condado”, expresó.
La ley de California requiere que cada condado brinde servicios a indigentes, y los 11 condados que los ofrecen a indocumentados incluyen Alameda, San Francisco, San Mateo, Santa Cruz, Santa Clara, Fresno, Kern, Ventura, Los Ángeles, Riverside y Contra Costa. Estos centros médicos también incluyen servicios para niños. Los californianos indocumentados también pueden calificar para un Medi-Cal de emergencia o restringido y también pueden comprar un seguro médico privado.
Muchos californianos indocumentados reciben atención médica de los Centros de Salud Federalmente CalifIcados (FQHC), que incluye algunas clínicas comunitarias.
En el 2011, FQHCs atendió a más de tres millones de pacientes.
Estos centros médicos brindan atención de alta calidad, reducen las disparidades en el cuidado de salud y ayudan a mejorar los resultados médicos del paciente.
Además, son más baratos y ayudan a reducir el costo de los servicios hospitalarios y otros servicios especializados, lo cual ahorraría al sistema de salud 24 mil millones de dólares anuales en todo el país.
“En el condado de Los Ángeles hay más de 800 mil personas indocumentadas, pero el programa del condado [titulado Healthy Way LA unmatched] paga por 150 mil consultas al año”, agregó Mangia.
“Hay una gran brecha entre la necesidad y lo que el condado realmente ofrece a través de los [programas ingentes] y centros de salud comunitarios”, añadió.
Un reciente informe de Health Access California instó a una solución a nivel estatal para el resto de personas sin seguro médico, que incluye una cantidad de latinos indocumentados de bajos recursos.
Para el informe, Health Access California y socios comunitarios analizaron los condados para mejor entender cuáles son sus planes para responder a los cargos financieros y la cobertura bajo la nueva ley conocida como Obamacare.
“El presupuesto del gobernador del año pasado tomó fondos de la red de seguridad del condado, pero no propone nada para atender o cubrir a los californianos que se quedan sin seguro médico este año”, dijo Anthony Wright de Health Access California. “El presupuesto pierde la oportunidad de invertir en cuidados de prevención y de atención primaria para una comunidad más sana y con costos más bajos a largo plazo. Los inmigrantes de California son críticos para nuestra economía y nuestra comunidad, y se deben incluir en nuestro sistema de salud de la forma más eficiente posible. Si nuestro sistema de salud fuera un barco, sería difícil controlar la dirección si hay personas que aún están colgando de los lados de la nave”.
Lupita Rodríguez, quien recientemente perdió su trabajo como empleada doméstica, dijo que seguirá dependiendo de centros médicos comunitarios y programas , como St. John’s Well Child & Family Center, Healthy Way LA unmatched y el Hospital del Condado de Los Ángeles, donde recibe la atención médica que necesita para su diabetes y su depresión.
“No me van a rechazar”, dijo la madre de 43 años. “No me van a dejar morir, ¿verdad?”.
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