Haciendo realidad sus sueños

El amor trajo a Gloria Echeverry a Nueva York hace tres años. Después de un año sabático —que aprovechó para estudiar fotografía— empezó a perseguir su sueño: trabajar en Telemundo 47. Y lo consiguió. “Mi mamá me enseñó que hay que persistir”, explica la colombiana para explicar cómo lo hizo posible. Con más de 15 años de experiencia periodística y diploma en Comunicación Social, es una trabajadora infatigable dedicada a “ayudar a la comunidad”.

En la vida “uno sube como palmera y baja como coco” reflexiona la comunicadora Gloria Echeverry al repasar una etapa difícil de su vida en la que aprendió que “la humildad tiene que ser el valor principal”. De la noche a la mañana, la colombiana se quedó sin nada tras la muerte de su madre y la pérdida de sus trabajos. “No sabía hacer nada y aprendí de golpe”, recuerda.

Para sacar adelante a su familia puso en marcha una empresa de creps en su casa, cuando ni quiera sabía cómo se cocinaban. Pero aprendió y cuándo hubo que hacer un reparto, lo hizo sin importarle que la reconocieran como la presentadora de la tele; ha trabajado en ocho noticieros en Colombia y uno en Miami

Esta lección de humildad ha guiado a Echeverry desde entonces en su vida personal y profesional. Y así empezó en Telemundo 47 en agosto de 2013. “Llegué con la cabeza baja, como una más, aprendiendo de todo el mundo”, subraya la periodista al analizar su primer día en el canal. La imagen del ramo de rosas gigantes de su escritorio le viene a la cabeza, también el mes de entrenamiento y el trato de Jorge Ramos. “Es un príncipe”, dice Echeverry al destacar la admiración que tiene por él y cómo le ha ayudado desde su llegada.

La meta que se ha fijado es “ayudar a la comunidad”, como hacía en Colombia donde trabajó con población vulnerable. “Eso me sensibilizó como ser humano y me abrió los ojos como periodista por la responsabilidad social tan grande que tenemos”, resalta al pensar en la influencia que los comunicadores tienen.

A título personal, Echeverry lo hace ahora, apoyando una fundación de Bogotá que se encarga de llevar esperanza a los niños abandonados. En el apartado profesional, ultima un nuevo proyecto y ha sido la imagen de la cadena para la American Heart Association.

Nacida en una familia de periodistas, Echeverry sintió temprano la llamada vocacional. “Empecé a los 13 años presentando televisión educativa”, recuerda.

En un momento dulce, la comunicadora se siente feliz no sólo por haber logrado su sueño de trabajar en Telemundo sino como madre y esposa.

“Mi esposo es maravilloso y la relación que tengo con mi hijo se ha fortalecido. Creo que he logrado ser amiga de él”, afirma.