Ataque contra el mensajero
Educación
Incluso antes de que se publicara el libro de Amy Chua y Jed Rubenfeld titulado: The Triple Package: How Three Unlikely Traits Explain the Rise and Fall of Cultural Groups in America(Paquete triple: Cómo tres rasgos insólitos explican el ascenso y la caída de grupos culturales en Estados Unidos), ya se lo estaba denunciando como sociológicamente superficial y lleno de puntos ciegos históricos. Chua, que ganó notoriedad como la “Madre Tigresa”, fue duramente criticada por “auténtica racista y defensora de la eugenesia”.
La ironía es deliciosa: Una ultra-exitosa abogada asiático-americana convertida en escritora escribe sobre la forma en que algunos grupos marginados acceden a la prosperidad y todo lo que obtiene son feroces ataques de gente indignada, porque alguien destacara los logros de ciertos grupos.
Hubo muchas críticas apasionadas, pero la nota de Jie-Song Zhang: Madre-tigresa vs. Dragón de Brooklyn: Por este medio desafío a Amy Chua a un duelo Kung Fu, en The Huffington Post, donde acusa a Chua de “poner en peligro el futuro de los Estados Unidos”, fue una de las más estridentes.
He aquí un pasaje:
“Podríamos boxear con un adversario imaginario en medio de la cafetería de Stuyvesant High School, en medio de niños chinos que dieran el SAT y se sacaran las notas máximas en la sección de Matemática. Podríamos actuar de manera verdadera y realmente china.
“Me refiero al enfrentamiento más chino de Mahjong Fukien que alguna vez haya existido.”
El alboroto que ha causado este libro raya en la locura. ¿Y por qué? Por un delgado volumen que, básicamente, dice que si uno tiene empuje, trabaja duro y tiene un buen concepto de sí mismo —pero no demasiado bueno, a nadie le gusta un fanfarrón— puede tener éxito en la vida.
Todo eso solía ser de sentido común.
Y lo más increíble es que si uno se molesta en leer el libro, verá que no trata en absoluto de determinar por qué algunos grupos son mejores que otros, sino que es un manual para tener éxito en Estados Unidos.
El paquete triple que describen Chua y Rubenfeld se basa en la premisa de que vivimos en un mundo en que “a ciertos individuos y grupos les va notablemente mejor que a otros, en términos de riqueza, posición y otras medidas convencionales de éxito”. Esa afirmación repele a los críticos del libro, pero es un hecho.
Los tres factores son: un complejo de superioridad —la creencia profundamente internalizada de la singularidad, excepcionalidad y superioridad de uno, basada en un relato del esplendor de la historia y civilización del propio pueblo; inseguridad —el sentimiento o inquietud de que lo que uno ha hecho o tiene no es suficiente; y el control de los impulsos —la capacidad de no darse por vencido cuando se enfrentan reveses.
Personalmente, la mejor parte del libro me pareció la explicación de por qué algunos grupos no alcanzan el éxito.
“La ausencia del Paquete Triple no fue la causa original de su pobreza,” sostienen los autores. “En casi todos los casos, los grupos de bajos ingresos persistentes de Estados Unidos se volvieron pobres debido a una sistemática explotación, discriminación, y denegación de oportunidades, y por factores institucionales y macroeconómicos que no tienen nada que ver con su cultura.”
Al describir por qué la combinación de factores del paquete triple no funciona con algunos grupos de bajos ingresos, los autores describen una variación de la Prueba de la Golosina para medir el auto-control.
En ella, se les promete a los sujetos de la prueba una doble porción de golosinas si retrasan la gratificación. Pero para algunos de ellos la que hace la promesa es una persona que ha demostrado no ser fiable; mientras que a los otros, una persona que cumplió con su palabra en una instancia previa. Los del primer grupo no retrasaron la gratificación.
“Si la gente no se fía del sistema, si cree que la sociedad miente cuando le dice que la disciplina y el trabajo duro serán recompensados —si piensa que los individuos como ellos nunca triunfarán— no tiene incentivos para controlar los impulsos, sacrificar satisfacciones presentes con la esperanza de ventajas futuras. Esto ocurre en los barrios urbanos deprimidos de Estados Unidos y en la zona rural de los Apalaches”, expresan los autores.
Ése es el gran mensaje del libro —demasiado importante para que se pierda entre tontas discusiones sobre el imperialismo o la superioridad racial. Si queremos una nación de individuos dispuestos a trabajar duro y sacrificarse a fin de alcanzar el Sueño Americano, más vale que nos aprontemos a cumplir esa promesa constantemente.