Misa por la reforma

Obispos orarán hoy por los migrantes que dejan su vida en la frontera

La Conferencia de Obispos de Estados Unidos (USCCB) celebrará hoy martes una misa en Nogales, Arizona, en honor de los casi seis mil inmigrantes indocumentados muertos desde 1998 en su intento por cruzar el desierto.

Mientras se celebre esa misma, dos deportados, que recientemente participaban en una huelga de hambre en el centro de detención de Phoenix, se presentarán en la garita cercana, pidiendo su reingreso.

Los obispos estadounidenses –y el cardenal Sean O´Malley, de Boston- resaltarán, dijeron, “las consecuencias humanas de un sistema migratorio fallido y harán un llamado al Congreso por la aprobación de una reforma migratoria”.

Justo al terminar la misa, Jaime Valdez, de 31 años de edad y Ardani Rosales, se presentarán en la garita y solicitarán que sus casos de inmigración sean reabierto y se les conceda la libertad condicional humanitaria.

Valdez y Ardani afirman ser víctimas de ese “sistema fallido” y que fueron deportados mientras sus familiares realizaban una huelga de hambre pidiendo su liberación hace un mes en Phoenix, Arizona.

Valdez, a quien de este lado lo esperaran sus padres, estuvo detenido por ICE durante 10 meses mientras peleaba en contra de su deportación, pero tras estar dos semanas en huelga de hambre –y su papá lo emulaba afuera del centro- lo deportaron tarde en la noche, sin avisar a los suyos.

“Queremos dejar el mensaje de que lo que dice el gobierno de Obama es una cosa y ICE hace otra”, dijo Valdez en una entrevista. “Allá adentro hay mucha gente que están queriendo deportar por un delito menor, por haber sido mal representados por un abogado y que por azares del destino cae a manos de inmigración.

Valdez cumplió condena en la cárcel del condado por manejar bajo la influencia del alcohol y luego fue trasladado a detención de ICE y allí lo tuvieron durante meses mientras peleaba su caso que, dijo, ahora está ante el Noveno Circuito de Apelaciones.

“A mí no debieron deportarme porque tengo un caso abierto todavía”, dijo.

Ardani Rosales, detenido durante casi un año, también fue deportado cuando los activistas protestaban.

Su novia Naira Zapata explicó que ella tenía dos meses de embarazo cuando a él lo arrestaron, la niña ahora tiene ocho meses.

La pareja también tiene otro hijo, un varón. “Es muy triste, no estuvo en el nacimiento de mi hija y no la ha visto crecer”, dijo Naira. “Espero que Obama me escuche y que entienda que queremos una oportunidad de ser tratados como seres humanos, de trabajar y no tenerle miedo a nadie”.

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