Vaginosis bacteriana: qué es y cómo prevenirla

La vaginosis bacteriana es considerada la infección vaginal que más sufren las mujeres en edad fértil. Se encuentra en mujeres de todas las edades y también es común en las mujeres embarazadas. Consiste en el crecimiento excesivo o desequilibrio de ciertas bacterias en la vagina. En algunos casos, uno de sus síntomas es un flujo vaginal que puede ser maloliente.

Causas de la vaginosis bacteriana

La vaginosis bacteriana anteriormente era conocida como Gardnerella Vaginosis, porque se creía que las bacterias Gardnerella eran las únicas responsables de la infección. Ahora se sabe que diferentes tipos de bacterias también pueden causarla. La vaginosis bacteriana generalmente no es considerada como una infección de transmisión sexual, debido a que algunos expertos creen que puede ocurrir en mujeres que no son sexualmente activas.
La actividad sexual es un factor de riesgo para contraer la infección, aunque su papel exacto sigue siendo poco claro. Por ejemplo, tener nuevas o múltiples parejas sexuales -masculinas o femeninas- aumenta el riesgo de desarrollarla. El uso de duchas vaginales y dispositivos intrauterinos para la anticoncepción también aumenta la probabilidad de desencadenar vaginitis, así como la ingesta reciente de antibióticos y fumar de manera frecuente.

¿Cómo se diagnostica?

Tu doctor puede diagnosticar la condición basado en tus síntomas o en un examen vaginal, aunque la mejor forma es mediante un frotis. Al analizar el flujo bajo el microscopio se revelan células recubiertas con bacterias que se conocen como “clue cells”. El pH del fluido vaginal en la vaginosis bacteriana es a menudo mayor de 4.5, cuando los valores normales oscilan entre 3.8 y 4.5.

Tratamiento

Hasta un tercio de los casos de vaginosis bacteriana se solucionan por sí solos sin necesidad de tratamiento. No obstante, se recomienda medicación con antibióticos si una mujer está embarazada o si tiene síntomas relacionados con la infección.
Para el tratamiento, se utilizan diferentes medicamentos que pueden ser administrados por vía oral o vaginal. Es importante tratar la infección durante el embarazo, debido a los posibles riesgos de parto prematuro y de bajo peso al nacer. Consulta siempre a tu médico.

Prevención

Limita el número de parejas sexuales que tienes, ya que múltiples compañeros aumentan el riesgo de contraer vaginosis bacteriana. Evita también las duchas vaginales. Siempre es importante practicar el sexo seguro para prevenir las infecciones de transmisión sexual, ya sea que tengas o no la infección. De acuerdo con la página Mapfre.es, el haber sufrido la infección con anterioridad no impide su reaparición.

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