La Víbora ataca más feroz que nunca a Juan Gabriel. ¿Te ofenderá?

Perdónenme mis viborolectores, pero sigo conmovida con la muerte del actor Robin Williams. Ya sé que mucho se ha machacado con su trágico deceso, pero eso no quiere decir que porque soy una hija de mi víbora madre no tengo a veces corazón de pollo. Espero que donde quiera que esté, esté tranquilo, descansando. Aquí, en este mundo cruel, siempre lo echaremos de menos (*suspiro*).

Bueno, ya, a lo que te truje, Chencha. ¿Vieron el video de Juan Gabriel, en el que se autoentrevista? O más bien, Alberto Aguilera mantiene una conversación con su alter ego, Juan Gabriel. Ahí el Divo de Juárez se chiquea, se consuela, se echa porras, se deshace en halagos para sí mismo. Todo con la intención de demostrar que está listo para volver a los escenarios luego de la neumonía que casi lo hace estirar la pata. No se puede esperar menos de nuestro adorado Juanga; la melcocha siempre ha sido uno de los recursos que más le han funcionado a lo largo de toda su carrera, pero eso no quiere decir que no me puedo reír de sus ocurrencias. ¿O será que tantos antibióticos le destruyeron el cerebro?

No, por favor, no me vengan con el cuento de que Jennifer López tiene el cuerpo perfecto. Digamos que tiene cuerpazo, pero no sin defectos. Si lo vemos a detalle, en fotos sin truco o cuando está descuidada, nos daremos cuenta de que tiene muchas cositas que ocultar, entre ellas celulitis y un abdomen ya no tan firme, como lo tenía antes de parir a los gemelos. Esto viene al caso porque anda circulando por ahí una foto en la que la artista muestra un trasero envidiable. Pero no se dejen engañar. Sueñen si quieren, pero sepan que eso es más fantasía que realidad. Esas imágenes, antes de que salgan publicitadas, son retocadas una y otra vez, hasta que quedan como para un calendario porno.

Y qué onda con Nicki Minaj. Resulta que alguien filtró una foto de la rapera sin truquear, y la verdad decir que la original era horrenda es poco. Antes de ser retocada, la imagen luce con todos los moretes, raspones, manchas y lonjas que tienen la espalda y el trasero de la cantante. Ya se imaginarán cómo se puso la morenaza cuando se enteró de la mala jugada, pero sobre todo porque quedó al descubierto que su cuerpo es tan terrenal como cualquier otro, y que la perfección solo se consigue mediante el photoshop O sea, J.Lo, no nos engañas. Nadie se salva de las estrías, llantitas y la horrenda celulitis, ni la Diva del Bronx.