Migrantes piden que las regresen

Madres retenidas en centro de Nuevo México se desesperan de la incertidumbre legal

TUCSON (EFE).— Varias madres centroamericanas con niños que se encuentran detenidas en el Centro Familiar Residencial de Artesia (Nuevo México) tras cruzar sin documentos la frontera, han pedido que se empiece a tramitar el regreso a su país de origen, ante la desesperación que enfrentan mientras se define su situación migratoria.

“Muchas llevan más de un mes detenidas y se están desesperando. Algunas ya les dijeron que no hay nada que hacer y les dieron la orden de deportación, otras que tienen un posible caso de asilo nos dijeron que se quieren regresar”, dijo Jimena Díaz, cónsul de Guatemala en Phoenix, Arizona.

La funcionaria viajó este fin de semana hasta el centro de detención en Artesia, una localidad de unos 20.000 habitantes en el norte de Nuevo México, para verificar la situación en la que se encuentran las inmigrantes de su país.

“No tienen champú, el jabón es limitado, tienen problemas con los baños, no les gusta la comida y sí se quejaron que los oficiales no las tratan bien”, comentó la cónsul.

Según señaló, muchos de los oficiales de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) que custodian a las madres con niños no están capacitados para tratarlas y deberían recibir una “capacitación en derechos humanos.”

La cónsul tomó conocimiento durante su visita de que cinco de las 41 familias guatemaltecas que se encuentran en Artesia van a ser regresadas en el próximo vuelo para deportados.

La funcionaria, que en este viaje encontró a una bebe con fiebre y conjuntivitis, relató que cada mañana los oficiales de ICE ponen a circular una lista para que en ella se apunten las madres y niños que quieran acudir a la clínica, en donde les brindan un “cuidado básico.”

“(Las mujeres) se quejan porque les dicen que tomen agua y les dan un ibuprofeno. Los de la clínica dicen que solo les dan una dosis, porque no se quieren arriesgar a que lleven la pastillas al centro y se las tome alguien más”, explicó.

Díaz agregó que las mujeres se desesperan por no tener nada en que ocupar su tiempo, y por ello invocó a que se les asigne tareas que las mantenga activas o se les ofrezca clases de inglés.

“Me dijo uno de los directores del centro que querían ponerles tareas y pagarles, pero Washington no lo autorizó porque por ley no pueden trabajar”, afirmó.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) y otros tres grupos defensores de los derechos civiles demandaron el pasado viernes al Gobierno ante un tribunal federal por la deportación de madres y niños inmigrantes que huyen de la violencia en Centroamérica, según la querella.

La demanda fue presentada en nombre de los inmigrantes retenidos en Artesia y sostiene que el gobierno de Obama “asegura las deportaciones rápidas” de mujeres y niños centroamericanos a través de “requisitos insuperables para respaldar su pedido de asilo.”

Los firmantes de la demanda afirman que las inmigrantes que están en el centro de detención de Nuevo México carecen de un acceso adecuado a defensores, y se les obliga a limpiar retretes y a contar de nuevo hechos de violencia o violación en frente de los menores.

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