¿Un movimiento hispano de independientes?

Los hispanos que contemplan las inminentes elecciones deben preguntarse: “¿Y ahora, qué?”

El presidente Obama ha mostrado que da por sentado el apoyo de los latinos. En la elección de mitad de período el “Voto Latino” no figurará como parte de la historia en las contiendas más importantes y más reñidas. En cuanto a la de 2016, todo es incierto.

¿Cómo proceder, entonces?

¿Desentenderse del proceso político?

¿Seguir votando una fórmula con la esperanza de que los nuevos funcionarios sean mejores que los actuales?

¿Decidir que —al menos en la cabina de votación— más vale malo conocido que bueno por conocer?

Este asunto es imperativo para muchos hispanos —no sólo para los que consideran que la inmigración es el tema más importante de la elección.

Para muchos, la principal preocupación en la elección del mes próximo es si los políticos de ambos partidos tomarán en serio, alguna vez, a los electores hispanos. Según activistas políticos y líderes comunitarios con experiencia, todo depende de cuánta presión puedan aplicar los hispanos sobre Washington.

Durante una mesa redonda en vivo, en BlogTalkRadio —titulada “La casa política latina está dividida: ¿Con quién está usted—con las familias inmigrantes o con el Partido Demócrata?”— tres activistas latinos hablaron de su separación de una presunta alianza de grupos de base y organizaciones que abogan por los derechos de los inmigrantes. Recalcaron que los electores hispanos deben superar la degradación que ha cubierto a las organizaciones de incidencia, que dependen de la financiación de Washington, y a los políticos que confían en el apoyo de esas organizaciones.

“Algunos de nosotros que hemos expresado nuestra opinión desde el comienzo, señalamos que existe un defecto en la estrategia fundamental que ha utilizado el movimiento de justicia-para-los-inmigrantes en los últimos 10 años,” dijo Gonzalo Santos, profesor de Sociología de la Universidad de California en Bakersfield y activista de los derechos de los inmigrantes. “[Confiamos] en el liderazgo, la guía y la dirección de agentes de Washington —organizaciones políticas, organizaciones para hacer lobby, partidos políticos— y en líderes electos nacionalmente para enmarcar los asuntos, establecer los calendarios y negociar entre ellos el contenido de lo que llamamos la reforma migratoria.

“Cedimos a Washington el papel de dirigir este asunto. … Si observamos la Historia y examinamos el último movimiento exitoso, Washington siempre ha seguido la guía de los movimientos sociales auténticos [que] nunca cedieron su autonomía, independencia, su voz [o] su lista de pedidos. … Nunca se debe confundir el papel del movimiento con el papel de Washington.”

Santos y otros activistas, que se han unido bajo el nombre Comité Nacional de Coordinación 2014 para una Reforma Migratoria Justa y Humana, están pidiendo actos radicales para modificar la manera habitual en que los políticos encaran a los electores hispanos —uno de los cuales es una realineación partidaria general de los hispanos.

“Estamos pidiendo a los latinos que se denominen Independientes”, dijo Armando Vasquez-Ramos, presidente del Centro de Estudios California-Mexico en Long Beach, California. “Está claro que va a ser muy difícil para los demócratas. … [Será] una batalla dura tan sólo controlar el Senado, y la culpa será sólo de ellos. No pueden echársela a los hispanos si pierden.

“Y deben comprender que si no actúan, no habrá votos. … [Ni el presidente ni los demócratas] deben suponer que somos católicos y demócratas de nacimiento”.

Nativo Lopez-Vigil, presidente de la Asociación Política Mexicana Americana, dijo que el apoyo hispano debe ganarse, como se gana el de otros bloques electorales.

“Ambos partidos deben cortejarnos. El partido demócrata piensa que nos tiene acurrucados, enrollados, envueltos en su bolsillo de manera que no tiene que luchar por nuestro voto,” dijo Lopez-Vigil, elevando la voz.

“Nuestra gente debe ser independiente. Una porción creciente del electorado en todo el país se está identificando como independiente, y cuando llega la hora de la verdad [los políticos] cortejan a los independientes.”

Es elocuente que también recordara al público que la inmigración no lo es todo. Citando pérdidas hispanas durante la Gran Recesión, dijo, “la reforma de la vivienda, la crisis de los embargos de viviendas … no es sólo la inmigración, sino la asistencia médica, los puestos de trabajo,” y los problemas de la educación.

Ser independiente es una gran opción —suficientemente cínicos para no dejarse engatusar por un político, pero también suficientemente optimistas para participar en el proceso político.

Así pues, hispanos, únanse al grupo de los Electores No-afiliados —aquí serán bienvenidos y es menos probable que los den por sentados cuando llegue el momento de comprometerse en noviembre de 2016

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