‘El Camión’ Bettis y como un compañero le guió al Salón de la Fama

La historia detrás de la elección

Jerome Bettis durante el Super Bowl XL, en el que Pittsburgh derrotó a Seattle.

Jerome Bettis durante el Super Bowl XL, en el que Pittsburgh derrotó a Seattle. Crédito: Getty

Phoenix, Arizona.- Los Steelers de Pittsburgh perdieron la final de la AFC en enero de 2005 ante los Patriots de Nueva Inglaterra, haciendo suponer que el final de la carrera de Jerome Bettis no iba a ser con un campeonato que le había esquivado por años.

Al final de aquel partido, el receptor de Pittsburgh, Hines Ward, lloró ante los reporteros, no por la derrota personal, sino por la oportunidad desaprovechada para que los Steelers le ayudaran a Bettis, uno de los jugadores más queridos del equipo, marcharse de la NFL por la puerta grande.

Las lágrimas de Ward convencieron a Bettis de regresar para una temporada más (la 13ª), la cual terminaría en su ciudad natal de Detroit, en el Super Bowl XL, con el quinto campeonato de los Steelers y ese largamente esperado anillo del pulgar. Ese triunfo fue, curiosamente, contra los Seahawks.

EL CAMINO AL SUPER BOWL

Bettis, ‘The Bus’, fue electo el sábado al Salón de la Fama del Fútbol Americano, como parte de una generación que incluye al linebacker Junior Seau, el receptor Tim Brown, el ala defensivo Charles Haley, el tackle ofensivo Will Shields, el centro Mick Tingelhoff y los directivos Ron Wolf y Bill Polian.

Congrats to my Bro @JeromeBettis36. Well deserved. I’m buying my tix now to Canton. I’m not missing this one. Hines http://t.co/ecldkHCBzx

— Hines Ward (@mvp86hinesward) February 1, 2015

Bettis fue el más carismático de todos ellos. Sus 13,662 yardas por carrera lo sitúan en el sexto lugar de todos los tiempos por debajo de Emmitt Smith, Walter Payton, Barry Sanders, Curtis Martin y LaDainian Tomlinson, con la distinción de que todos ellos eran corredores de agilidad y velocidad.

Bettis, como su apodo lo indica, era un camión, un hombre grande, pesado, sujeto a más golpes y que normalmente rompía tacleadas para ganar yardas.

“Estoy muy feliz por estar entre los más grandes de este deporte! Mi familia y yo nos sentimos de verdad honrados y bendecidos!”, dijo Bettis en su cuenta de Twitter.

Como se esperaba, Seau es llamado al recinto de Canton, Ohio en su primer año de elegibilidad. Uno de los mejores linebackers de su generación, con los Chargers de San Diego y luego los Patriots, sacudió a los aficionados al cometer suicidio en 2012, lo cual levantó cuestionamientos sobre cómo le habrían afectado las conmociones cerebrales en el terreno de juego para llegar a tan terrible desenlace.

Brown, quinto lugar de la historia en recepciones (1,094), cubrió toda una era con los Raiders de Los Ángeles/Oakland, lo mismo que Shields, estrella de la línea ofensiva de los Chiefs de Kansas City.

No casado con un solo equipo lo fue Haley, temido cazador de quarterbacks que acumuló cinco Super Bowls ganados, dos con los 49ers y tres con los Cowboys, mientras que Tingelhoff fue el centro de los Vikings de Minnesota en los 60 y 70, jugando en cuatro Super Bowls, todos ellos perdidos.

Wolf fue un gerente general de los Packers y tuvo un rol importante con los Raiders, mientras que Polian fue el arquitecto de los Bills de los 90 y de los Colts de Indianapolis de los 2000s.

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