Madres latinas de Long Beach ganan batalla escolar

La lucha de dos años con el Distrito Escolar de Long Beach finalmente dio frutos

La conductora comenzó a llorar en cuanto sucedió el atropello

La conductora comenzó a llorar en cuanto sucedió el atropello Crédito: Isaías Alvarado | La Opinión

La lucha que por dos años encabezaron madres latinas que caminaban hasta ocho millas para llevar a sus hijos a una escuela elemental de Long Beach ha dado frutos: desde el lunes los transporta un autobús escolar.

Decenas de estudiantes y sus madres recorrían a pie varias cuadras porque el Distrito Escolar Unificado de Long Beach (LBUSD) rehabilita la primaria Roosevelt y envió al alumnado a un plantel provisional lejos de sus hogares.

La Opinión reportó en junio las quejas de estas madres, que aseguraban que por el largo trayecto sus hijos se rozaban, tenían ampollas, solían insolarse y no querían estudiar por el agotamiento.

Eso ha quedado atrás gracias a un programa de transporte que el LBUSD aprobó el 13 de enero. Ahora un autobús recoge a más de 200 niños en un plantel cercano a sus casas.

“Fueron dos años de lucha constante y gracias a Dios, mire, ya muchos niños no están caminando”, dijo Guadalupe Luna, madre de tres alumnos de la primaria Roosevelt.

Madres y estudiantes protestaron la falta de transporte por parte del LBUSD. Foto: Aurelia Ventura/La Opinión

Hoy, esos niños que se quejaban de tanto caminar descendieron del autobús con una sonrisa.

“Los niños están bien contentos, es algo muy grande”, dijo la activista Joanna Díaz. “Lo ideal hubiera sido que fueran dos buses y que esto hubiera empezado hace dos años”, agregó.

El LBUSD aseguró que hizo lo posible para aligerar el recorrido, con descuentos en autobuses públicos y acompañando a decenas de niños en sus trayectos a pie. La distancia, aseguró el organismo, no mermó la asistencia el ciclo pasado, que subió de 96.2 a 96.7%.

“Para algunos padres esto es una celebración”, expresó el subdirector de la primaria, Chris Eckert.

María Elena Cristóbal, madre de dos alumnos de la Roosevelt, aplaude la acción del distrito escolar. “Me ponía triste porque veía a un montón de niños caminando bajo la lluvia, con frío, con calor”, dijo.

Pero no todos se unen a la celebración por el nuevo servicio. Dos madres que lideraron esta lucha han quedado fuera del programa y lo consideran una “venganza” por parte del distrito escolar.

“No es justo porque nos dejan a los que vivimos lejos”, señaló Angélica Murillo, quien aseguró haber sido atropellada en abril pasado, cuando acompañaba a su hija a la primaria.

“A mí me hablaron del distrito y me dijeron ‘ya cállate’”, contó otra madre, Janet Lázaro.

A esto, autoridades del LBUSD respondieron a La Opinión lo siguiente por medio de un comunicado:

“La escuela recientemente añadió un autobús para recoger, en un lugar determinado, a los estudiantes que cumplen con el criterio. Los estudiantes que cumplen con el criterio son aquellos que residen dentro de los límites de cierta zona específica y sus hogares se localizan más lejos de la escuela que los demás. Los padres de estudiantes que asisten a la Escuela Roosevelt y que residen fuera del área correspondiente a la escuela no cumplen con el criterio para recibir transporte, de acuerdo a nuestro programa de escuela de elección.”

El Distrito planea reabrir el plantel Roosevelt en septiembre, luegp de un costo de construcción de $50 millones.

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