Mujer egipcia se vistió de hombre por 43 años

Somos las primeras en celebrar que las mujeres sean premiadas en cualquier área, aunque aún no sea una cosa tan común, nos pone muy felices que se reconozcan nuestros logros. Por eso hoy te contamos la historia de Sisa Abu Daooh, una mujer egipcia que durante más de 40 años se vio obligada a vestir como hombre para alimentar a su familia y que fue premiada como “madre ideal” por la gobernación de Luxor.

Cuando Sisa estaba embarazada de su única hija, su marido falleció y quedó sin ningún tipo de ingreso para poder vivir. Debido a lo difícil que es ser mujer en Egipto, la mujer decidió disfrazarse de hombre para así optar por mejores trabajos que le dieran más dinero. ¡Y lo hizo por 43 años!

“I preferred working in hard labor like lifting bricks and cement bags and cleaning shoes to begging in the streets in order to earn a living for myself and for my daughter and her children. So as to protect myself from men and the harshness of their looks and being targeted by them due to traditions, I decided to be a man ? and dressed in their clothes and worked alongside them in other villages where no one knows me.” She said.

A sus 64 años, el gobierno local de Luxor decidió honrar su historia de esfuerzo y sacrificio y la nombró como “madre ideal” de la ciudad. Y aunque muchas veces digan que la justicia tarda pero llega, nos parece conmovedor que Sisa fuera reconocida por las autoridades. Pero tenemos sentimientos encontrados. Nos entristece que una mujer tenga que pasar por este tipo de sacrificios sólo porque le tocó vivir en una sociedad que discrimina a las mujeres porque las ve de clase inferior.

Y eso no lo digo yo. Es un hecho. En 2013, Egipto fue considerado el peor estado Árabe para las mujeres principalmente porque la violencia doméstica es “normal” entre la sociedad egipcia, porque es algo casi natural practicar la mutilación genital a las mujeres y adolescentes y porque una mujer casada debe obedecer (sí, obedecer) a su marido que es quien la autoriza para viajar o hacer trámites legales.

Nos sacamos el sombrero por Sisa Abu Daooh, sobre todo por su valentía y gran sacrificio. Pero lamentamos profundamente lo que tuvo que vivir porque esto no debe suceder. No puede ser que tengamos que disfrazarnos de hombres para optar a mejores trabajos.

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