Al Shabad entró cantando: ‘No tenemos miedo de la muerte’
El reconocimiento de cuerpos se dio dur
Nairobi
La masacre que dejó al menos 147 muertos y 79 heridos, ha conmocionado e indignado a la sociedad keniana, que todavía está de luto tras una de las peores masacres que ha vivido el país en los últimos años. Con el paso de las horas salieron a la luz más detalles del ataque, sobre todo relacionados con el comportamiento de los milicianos de Al Shabab.
En una entrevista con el periódico Standard, Maureen Manyego, de 21 años, relató que oyó antes de huir: “Hemos venido a mataros y a morir. No tenemos miedo de la muerte y vais a morir por la arrogancia de vuestro líder (el presidente Kenyatta), que se ha negado a retirar las tropas de Somalia”.
Los estudiantes que sobrevivieron al ataque del grupo Al Shabad a la Universidad de Garissa recibieron un nuevo día de vida aterrorizados con el caos vivido.
“He visto muchas cosas, pero nada como esto”, afirma Reuben Nyaora, un enfermero que trabaja para la ONG International Rescue Committee (IRC). “Había cuerpos por todas partes que habían sido ejecutados en hilera, vimos a personas a las que les hicieron saltar las cabezas, con heridas de bala, todo ello en medio de un desorden espantoso”. Según informó el diario El Comercio, el socorrista fue uno de los primeros en llegar al campus para auxiliar a los heridos. “Fuimos a los pasillos, lo que vimos era demasiado horrible para poder imaginárselo, todo el mundo parecía estar muerto, pero en cuanto hablamos, los estudiantes que llevaban horas escondidos salieron, algunos de los armarios, otros del techo”, detalló. Algunos se levantaron de entre los muertos, cubiertos de sangre.
Durante todo el día de ayer varios aviones que traían los cadáveres de los fallecidos aterrizaron en Nairobi para luego ser trasladados a la morgue, donde los familiares esperaban para identificar los cuerpos. Mientras, la recolección de cuerpos continúa en la Universidad los estudiantes se encuentran en un campamento militar de Garissa recibiendo ayuda.
Mucha gente no entiende por qué el Gobierno keniano no pudo anticipar la matanza si los servicios de inteligencia habían recibido alertas de un inminente ataque contra una institución de educación superior.
El propio ministro del Interior, Joseph Nkaissery, reconoció ayer que el ataque les había cogido “por sorpresa”, pero negó que el Ejecutivo hubiera ignorado las recientes alertas emitidas por el Reino Unido y Australia.
En una rueda de prensa celebrada hoy, Nkaissery aseguró que no se dejarán “intimidar por unos terroristas que recurren al asesinato de estudiantes inocentes”.