Editorial: Por un gobierno representativo

La propuesta establece el proceso para llegar a una democracia más representativa

Solo un terremoto electoral puede impedir que en noviembre haya que elegir entre Trump y Clinton.

Solo un terremoto electoral puede impedir que en noviembre haya que elegir entre Trump y Clinton. Crédito: Archivo | La Opinión

Una de las batallas que todavía mantienen los votantes de minorías es contra el sistema electoral en ciudades que no están divididas en distritos, o sea que en los comicios se vota a lo largo como si todo fuera un solo distrito. Este sistema, según sus adeptos, impide la balcanización de la ciudad y permite mejor vigilancia de las autoridades electas.

Al mismo tiempo, excluye a las minorías, dificultando la elección de sus representantes.

Las ciudades de Modesto, Compton, Anaheim, Escondido, Whittier y Palmdale, son solo algunas que han enfrentado demandas judiciales a lo largo de los años por parte de latinos y afroamericanos para dividir las ciudades geográficamente en distritos con el fin de que cada área tenga un representante. Hace un par de días le tocó a la ciudad de Fullerton ser demandada por la Unión Americana de Libertades Civiles, a nombre de la comunidad asiática que integra más del 20% del electorado, pero no puede elegir ningún representante debido al sistema electoral.

Este tipo de demandas suelen ser costosas derrotas para las ciudades que se aferran a un sistema que ya no responde a las realidades demográficas. La solución parece estar en el proyecto de ley AB278, del asambleísta Roger Hernández.

La medida se respalda en la Ley de Derechos del Votante de California del 2001, la cual es la base de las demandas contra las ciudades. El proyecto de ley acorta el proceso al exigir a las ciudades de 100,000 habitantes o más, adoptar una ordenanza para que las elecciones sean por distrito. Ya no hace necesaria la lucha para convencer a concejales aferrados al poder que no es justo que los residentes de un barrio, en un rincón de la ciudad, decidan por todos.

La propuesta establece el proceso para llegar a una democracia más representativa. Es comprensible que a las autoridades municipales les desagrade un mandato obligatorio de Sacramento de como gobernarse. Pero a esta altura de los tiempo tampoco es aceptable que, por ejemplo, en Whittier con una población del 66% latina solo un hispano haya sido electo al concejo municipal desde 1898 debido a su sistema electoral, y además se niegue a cambiar. a.

Lo ideal sería que el gobierno de las ciudades evolucionen con los cambios demográficos, mientras haya resistencia será necesaria la AB278.

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