Puesta a punto para buscar trabajo

La hoja de vida tiene que ser concisa y fácil de leer

Asegúrate de que tu curriculum no tenga errores de ortografía o gramática.

Asegúrate de que tu curriculum no tenga errores de ortografía o gramática. Crédito: Archivo | Shutterstock

Aunque las cifras de desempleo de abril dejaron una sensación agridulce el pasado viernes porque la media de creación de empleo está bajando, una reciente encuesta de CareerBuilder, revela que hay oportunidades esta primavera ya que tanto los pequeños negocios como los grandes tienen intención de aumentar sus contrataciones en el segundo trimestre del año por encima de las hechas el año pasado.

Es momento de poner a punto dos de las principales herramientas de búsqueda de empleo: el curriculum vitae (u hoja de vida) y la carta de introducción o presentación.

¿Cómo?

A la hora de mandar una hoja de vida hay que tener en cuenta que los responsables de hacer la primera selección entre muchos solicitantes apenas van a mirar tres o cuatro datos en segundos. ¿Cuáles? El nombre y dirección del demandante de empleo (dirección en medios sociales como linkedIn si la hay), la ocupación actual, la anterior y la educación recibida en orden cronológico con la más reciente en primera posición. En caso de que no se tenga empleo o se quiera cambiar de profesión hay que acentuar las capacidades y la educación.

La información de contacto tiene que estar al principio de la única página en la que se recomienda que se contenga el curriculum y el resto de estos datos clave tienen que ser fáciles de localizar en una lectura rápida.

Se tiene que usar un tipo de letra estandard (siempre la misma) que permita la lectura fácil y una estructura que permita hacer intuitivo dónde se va a encontrar esa información clave. Hay que evitar párrafos y frases largas, subrayados, negritas y cursivas porque la presentación tiene que ser clara y concisa, según las instrucciones dadas por TheLadder, el servicio de búsqueda de empleos. También hay que evitar una mala redacción, faltas de ortografías, abreviaturas, enumeraciones que acaban en “etc” y fotos. Son innecesarias. En la información sobre la experiencia profesional se debe hacer un listado por puntos de tipo de trabajo que se está haciendo, responsabilidades y metas conseguidas.

En cuanto a las habilidades, hay que hacer actualizaciones para que no se refieran a capacidades, sobre todo tecnológicas, que se apreciaban hace cinco años pero no en el momento que se manda el curriculum. Hay que ser original a la hora de definir lo que se ofrece y evitar copiar frases hechas como “trabajo bien en equipo”  o la descripción literal pedida en la oferta de empleo. Según los expertos no solo puede sonar vacío sino que además no hay manera de distinguirse del resto.

La carta de presentación se lee una vez que el curriculum ha conseguido atraer la atención de quien hace la selección de personal. Y es donde se tiene que invertir un cierto tiempo porque ha de ser más personal y sincera, es decir hay que evitar caer en frases hechas. El curriculum se escribe en tercera persona pero la carta en primera. Hay que mencionar el nombre de la empresa u organización a la que se dirige y en apenas tres párrafos decir porqué se quiere trabajar en esa organización, cómo se responde a los requisitos demandados y qué se aporta.

De nuevo, brevedad, limpieza y concisión ayudan a que esas dos hojas cruciales para un futuro profesional no terminen en la papelera.

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