Va por el mejor swing de su vida

Román Meléndez es una de esas personas cuyos gustos e intereses en la vida son tan variados que no es raro encontrarlo en una computadora, viendo imágenes de la cultura egipcia mientras escucha canciones de José Alfredo Jiménez.

“Su fascinación es Egipto y la música mexicana”, dijo María Elena Meléndez, la madre de Román, quien participará con el equipo de softbol de los Estados Unidos en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales que se inaugurarán el 25 de julio en Los Ángeles.

A sus 31 años de edad, Román es un hombre tímido que prefiere guardar silencio, pero que ha sabido pavimentar un largo camino en la vida. Tras haber nacido en Lompoc, un poblado localizado 150 millas al noroeste de Los Ángeles, Román y su familia se fueron a vivir a Guadalajara.

Los siete años que ellos radicaron en territorio mexicano fueron turbulentos, ya que Román mostraba cierta debilidad intelectual, pero los médicos nunca pudieron hacer un diagnóstico exacto de su situación.

Fue hasta que la familia regresó a Lompoc que Román tuvo acceso estudios clínicos muy concretos que arrojaron como resultado la presencia del Síndrome del Cromosoma X Frágil, una condición que impide el desarrollo cognitivo para aquellos que lo sufren.

La condición de Román le ha impedido aprender a leer o escribir, pero de ninguna manera le ha obstaculizado ser un gran atleta.

“Desde los ocho años de edad ingresó a Olimpiadas Especiales y el deporte ha cambiado su vida por completo”, dijo María Elena, su mamá.

Román ha destacado en atletismo y natación y en su palmarés ya cuenta con la experiencia de haber participado en los Juegos Mundiales de Anchorage, Alaska, en 2001, en donde ganó tres medallas de bronce.

Bueno al bate y buen compañero

“Desde que está en Olimpiadas Especiales él ha logrado mucho en su vida porque ha aprendido a ser más sociable y se ha desarrollado muy bien”, explicó María Elena, la madre del atleta.

Hace un año y medio que Román se integró al equipo de softbol y ahí se destaca por sus buenas aptitudes para conectar la pelota con el bate, pero sobre todo, por ser uno de los líderes del grupo.

“Cuando muchachos en el equipo llegan a portarse no muy bien que digamos, Román se les acerca para aconsejarles que cambien su conducta y ellos le hacen caso”, comentó María Elena, quien junto con su esposo cuidan a Román.

“Hemos pasado por cosas difíciles como familia, pero ahora me siento muy contenta y orgullosa de lo que Román ha logrado para salir adelante. Yo siento que sin las Olimpiadas Especiales nada de esto hubiera sido posible”, aseguró la orgullosa mamá.

Le gustan los Angels

Román dijo ser un gran aficionado del equipo de los Angels en las Grandes Ligas y aseguró que le divierte mucho jugar softbol.

“Me da mucha alegría jugar”, dijo el joven que gusta escuchar música mexicana cuando en el auto va camino a sus prácticas.

“José Alfredo Jiménez y Luis Miguel son sus favoritos, se pone a bailar con sus canciones”, reveló la mamá, que con alegría ve cómo su hijo disfruta la vida.

“En los Juegos Mundiales va a haber una fiesta muy grande para los atletas y él ya está bien apuntado para eso. A él le fascina bailar y a mi me da gusto verlo ser feliz”.