Jornaleros migrantes ya se desplazan de sur a norte
Trabajadores encuentran una realidad muy distinta a la prometida por los contratistas
México.- Alrededor de 10,000 migrantes de los estados más pobres del país -Chiapas, Guerrero y Oaxaca- comenzaron la emigración anual para trabajar como jornaleros hasta los norteños municipios de Cuauhtémoc, Namiquipa y Bachiniva, en Chihuahua, a más de 2,000 kilómetros de distancia de sus tierras de origen.
Cada año, cientos de contratistas o “coyotes” se desplazan al sur para ofertar “increíbles” trabajos con “salarios dignos y lugares salubres donde vivir” a cambio de un alto costo por la colocación y el traslado.
Sin embargo, al llegar a las plantaciones se encuentran con unarealidad muy distinta que comienza con jornadas de hasta 15 horas diarias, alimentación insuficiente y sólo siete dólares de pago al día.
Jesús Carmona, secretario técnico de la asociación civil Respuesta Alternativa, denunció que los campesinos tampoco reciben algún tipo de contrato escrito mientras los dueños de los ranchos se desentienden como patrones.
“Ellos dicen ‘yo no le pago a la gente, yo le pago a quien los trae y ellos reparten el dinero”.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social “reconoce” que uno de los grandes problemas a los que se enfrentan son “coyotes” que los explotan a los migrantes, dejándolos sin derechos laborales.
Sin embargo, poco ha hecho para combatir el problema, ni en Chihuahua ni en Baja California (San Quintín) donde los jornaleros se han tenido que ir a huelga.
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La Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Red de Jornaleros Internos (RJI) han denunciado que si los trabajadores intentan exigir mejores salarios o al manifestar su descontento por las falsas promesas, son despedidos y no tienen dinero suficiente para regresas a sus lugares de origen y por ello se quedan aceptando las peores condiciones de trabajo.
RJI también ha expuesto que el 80% no cuenta con prestaciones laborales y sociales, no tienen la posibilidad de acudir al médico y si faltan a laborar se les descuenta todo, además de verse obligados a hacer compras en las llamadas tiendas de raya, para que al final de la temporada se les descuenten los gastos y préstamos.
Frente a las múltiples quejas, la Coordinadora Estatal de la Tarahumara se ha comprometido a vigilar y reportar públicamente cualquier abuso en contra de los migrantes que tienen entre 16 y 20 años y trabajan en temporada de verano 33,000 hectáreas con una producción de 44,000 toneladas de manzana al año