Jueces aceleran liberación de familias inmigrantes
Madres deambulan por las calles y estaciones de autobuses con grilletes en el tobillo, denuncian abogados
Washington.- Aún antes de un fallo que acusó a la Administración Obama de violar el “Acuerdo Flores” contra la detención de migrantes menores, jueces de Inmigración han acelerado la puesta en libertad de mujeres y niños en los centros de detención en Texas y Pensilvania.
La Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) no ha precisado cifras sobre cuántos inmigrantes indocumentados ha puesto en libertad desde que anunció el mes pasado que no mantendrá bajo custodia a madres y niños con “miedo creíble” a la persecución en sus países y que no sean un riesgo de fuga o amenaza para la seguridad nacional.
Se calcula que hay alrededor de 1,700 indocumentados, muchos de ellos mujeres y niños, en los centros de detención en Karnes y Dilley, en Texas, y en el Condado Berks, en Pensilvania.
Según ICE, las autoridades están revisando los casos de familias que llevan más de 90 días detenidas y dan prioridad a las que lleven más tiempo encerradas.
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El viernes pasado, la jueza federal Dolly Gee determinó que la detención de mujeres y niños viola el llamado “Acuerdo Flores” de 1997 que, en respuesta a una demanda colectiva, prohibió la detención de migrantes menores de edad.
“Nos decepciona la decisión de la corte y estamos revisándola en consultas con el Departamento de Justicia. Tenemos previsto responder a la orden de la corte para el próximo 3 de agosto”, cuando vence el plazo, dijo a este diario Marsha Catron, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Para la activista proinmigrante Andrea Cristina Mercado, el fallo de Gee deja en claro la urgencia de “desmantelar este cruel sistema”.
“El fallo confirma la situación que afrontan madres y niños desde que la Administración reinicio la práctica de detener a familias el verano pasado. Estas detenciones son deplorables, peligrosas e innecesarias, e instamos a la Administración a que acepte el fallo y ponga en libertad de inmediato a estas familias“, dijo Mercado, codirectora del grupo “We Belong Together”.
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Grupos proinmigrantes en Texas, como RAICES, han visto un aumento en la demanda de servicios legales para las madres y niños que salen en libertad tras el pago de una fianza.
“Los abogados han estado luchando fuerte y los jueces han estado aceptando las fianzas no por ICE sino porque les parece ridículo que a estas familias se les tache como una amenaza para la sociedad“, dijo en entrevista telefónica Mohammad Abdollahi, director de programas de abogacía de RAICES.
Muchas de las mujeres, incluso con casos válidos de asilo, quedan bajo vigilancia de ICE y deambulan las calles y paradas de autobuses con grilletes electrónicos en los tobillos.
“Nos parece que estas tácticas de ICE son arbitrarias, coercitivas, de intimidación, contra familias que huyen de la violencia. Estos grilletes no se están usando ´caso por caso´, y eso no está bien“, argumentó Abdollahi.
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¿Alivio para jueces de Inmigración?
Para Dana Leigh Marks, presidenta de la Asociación Nacional de Jueces de Inmigración (NAIJ, en inglés), está por verse cuán grande será el impacto que tendrá la puesta en libertad de estas mujeres y niños, tomando en cuenta la severa carga de trabajo que afrontan los jueces.
“Desde luego es una válvula de escape porque se les da prioridad para que pasen menos tiempo encerrados, pero los números que representan estos casos son muy modestos en comparación con todos nuestros casos pendientes”, explicó Marks.
Según la jueza, un componente clave para aliviar la “plaga” de casos ante los tribunales de Inmigración, y las “crónicas demoras” que afectan a los inmigrantes, sigue siendo “un aumento drástico de recursos”.
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“El encierro es muy duro”
ICE ha prometido desistir de la detención de familias para disuadir la emigración ilegal desde Centroamérica pero, Sonia Hernández, una salvadoreña que pasó 315 días en Karnes con sus hijos, aseguró a este diario que “ninguna familia merece estar un solo día allí”.
“Hay que apoyar a las familias que siguen allí adentro porque el encierro es muy duro; uno se siente morir y necesita de su familia… para mí salir libre significa la vida entera, porque ya no veré a mis hijos encerrados, deprimidos“, dijo Hernández, quien logró reunirse con su familia en Manassas (Virginia).
Hernández logró el asilo para sus tres hijos de 11, 9 y 3 años, respectivamente -matriculará a dos de ellos en el colegio el próximo lunes- y tiene pendiente su propio caso.
Continúan las quejas
ICE siempre ha rechazado críticas sobre las condiciones precarias en los centros de detención, al asegurar que éstos tienen acceso a cuidado médico y abogados, salones de juego, trabajadores sociales y servicios educativos.
Tanto líderes demócratas del Congreso como activistas de la comunidad inmigrante replican que el gobierno debe desmantelar el sistema de detención de indocumentados y buscar alternativas “más humanas”.
En ese sentido, Abdollahi dijo que su grupo presentará este próximo viernes una queja en la capital estadounidense con detalles sobre los continuos abusos contra los detenidos.
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