6 preguntas acerca de los planes 529
El plan 529 es una herramienta de ahorro popular para la eduación universitaria, pero puede desconcertarlo
Si está ahorrando para la educación superior de sus hijos, es probable que tenga numerosos interrogantes, además de en qué momento fue que la educación universitaria se volvió tan tremendamente onerosa. El plan 529 es una herramienta de ahorro popular y relativamente nueva que puede desconcertarlo. Las siguientes son las preguntas más comunes.
El plan de ahorro para la universidad 529 – que se comenzó a implementar a fines de los años 80 y hoy es administrado por los estados o por instituciones educativas – ofrece formas de ahorrar con beneficios impositivos para los diversos gastos de la educación superior. ¿Qué más debe saber?
Algunas preguntas que habitualmente me formulan mis clientes:
¿Para qué finalidad puede usar mi hijo los fondos del plan 529? Con el dinero del plan, se pueden pagar gastos calificados, entre ellos, matrícula, cuotas, libros, útiles, gastos de informática y el alojamiento y las comidas de una persona que, al menos, es estudiante de medio tiempo. Lamentablemente, la pizza, los burritos y la cerveza no están incluidos como gastos calificados.
¿Cuánto puedo aportar? La respuesta a esta pregunta no es directa como en el caso de una cuenta de jubilación individual o un plan de jubilación 401(k). Por lo general, las contribuciones a un plan 529 tienen un tope máximo de $350,000 por beneficiario.
También debe tener en cuenta las leyes del impuesto federal a las donaciones. Una donación de más de $14,000 a una sola persona en un mismo año está gravada por el impuesto a las donaciones. Con un plan 529, un individuo tiene el potencial de aportar hasta $70,000 (los matrimonios, hasta $140,000) libre de impuestos en un año a una cuenta para un beneficiario específico.
A tal fin, usted debe optar por tratar a toda la donación como una serie de cinco donaciones anuales por el mismo importe al presentar ante el Servicio de Rentas Internas el Formulario 709, “Impuesto a las donaciones y a las transferencias que saltean una generación”, junto a su declaración de impuestos anual. El IRS puede brindarle más información. No hay restricciones respecto a la edad o a los ingresos para aportar.
¿Qué sucede si nuestros familiares desean aportar a la cuenta? Los familiares pueden abrir un plan 529 y nombrar a su hijo como beneficiario o aportar a un plan 529 existente que no sea propio.
Si los miembros de su familia aportan a un plan 529 propio, reciben el beneficio de deducir la contribución del impuesto estatal si el estado en el que residen ofrece dicha deducción. Abrir una sola cuenta para el beneficiario y dejar que su familia ayude a financiarla puede ser más sencillo.
¿Por qué usar un plan 529 en lugar de una cuenta normal sujeta a impuestos? Estos planes permiten diferir impuestos; sus contribuciones incrementan exentas de impuestos en la medida que utilice los fondos para pagar los gastos calificados mencionados más arriba.
Esta característica es más conveniente que pagarle al gobierno por una cuenta de contribuciones después de impuestos ? pero esta última brinda absoluta flexibilidad para decidir en qué y cómo gastar el dinero. Un plan 529 no.
¿Qué sucede si mi hijo obtiene una beca completa? Usted no perderá su dinero. Puede retirar fondos del plan 529 sin penalidades, aunque deberá pagar impuestos sobre las utilidades a la tasa impositiva del beneficiario de la beca. También puede usar su plan 529 para pagar los gastos que no cubre la beca, por ejemplo, alojamiento y comidas y otras necesidades.
Usted puede mantener el plan 529 abierto con su hijo como beneficiario si él o ella tienen planes de iniciar estudios de posgrado, o también puede cambiar de beneficiario y nombrar a otro de sus hijos que esté próximo a ingresar a la universidad.
¿Qué sucede si mi hijo no quiere asistir a la universidad? Usted puede nombrar a otro miembro de la familia como beneficiario (por ejemplo, un hermano, un primo directo, un abuelo, un tío o una tía o usted mismo), y el dinero se canalizará para la educación de ese beneficiario. La mayoría de los planes permite cambiar de beneficiario una vez al año solamente; si su hijo cambia de idea y decide finalmente asistir a la universidad, podrá volver a nombrarlo como beneficiario.
Recuerde también que los fondos de estos planes pueden ayudar a pagar los gastos de educación para obtener títulos intermedios (de dos años), como también de escuelas de formación profesional.
Una última opción: retire los fondos o cobre el dinero del plan. Usted paga el impuesto sobre la renta y una penalidad del 10% sobre las utilidades, pero no sobre sus contribuciones.
Si no está seguro de si su hijo asistirá efectivamente a la universidad, espere para cobrar los fondos. Una lección que aprenderá rápidamente acerca de los adultos jóvenes es que la vida siempre puede cambiar.
– Andrew Comstock/AdviceIQ