Editorial: El año del salario mínimo en Los Ángeles
El aumento de ingresos ayudará a la economía y dignifica la labor de los trabajadores

Ciro Cesar/La Opinión Crédito: Ciro Cesar | La Opinión
El 2015 fue un buen año para los trabajadores de bajos ingresos de Los Ángeles. Tanto la ciudad como el condado aprobaron elevar gradualmente el salario mínimo para que llegue a 15 dolares en los próximos años. Esta es una medida que finalmente responde al marcado desfasaje que existe entre el ingreso y el costo de vivir en nuestra ciudad.
Los Ángeles así se une a varias ciudades de California, como San Diego y San Francisco, además de Chicago y Seattle en elevar el salario mínimo. Esta decisión era urgente en el caso de nuestra ciudad.
Hace unos años un estudio de la United Way de Los Angeles definía esta región como la “Historia de dos Ciudades” que están apartadas no solo por la vasta geografía sino por las diferentes oportunidades de éxito, la calidad educativa y principalmente en lo financiero. El amplio arco de ingresos que va desde los 208 mil dólares anuales en Bel Air hasta los 26 mil dólares de Pico-Union resulta en una economía con precios demasiado elevados para una gran cantidad de trabajadores.
Por ejemplo, hay ciudades como Nueva York y San Francisco con precios inmobilarios más altos que Los Ángeles, pero es nuestra área que parecen más elevados porque la disparidad de ingresos es mayor como la pobreza. Los inquilinos de Los Ángeles están pagando hasta el 40% de sus ingresos en el alquiler, el mayor porcentaje de todo el país. Esto significa que están sacrificando otras áreas de la economía familiar como alimentos, ropa o medicinas entre otros enseres de primera necesidad.
La pobreza para el trabajador a tiempo completo no es justa, es humillante y perjudicial para la economía. No es razonable esta categoría de empleados esté obligado a suplementar ingresos magros con cupones y ayuda pública. Ni el gobierno ni los contribuyentes están para subsidiar los salarios bajos que se pagan en el sector privado.
El elevar el salario mínimo tiene un impacto general. Hay productos que pueden subir de precio y alguna gente que pierda su empleo, pero los beneficios son mayores para el asalariado que tiene más dinero que gastar en la economía y se ahorran fondos de la asistencia pública. Pero lo más importante es que valoriza el trabajo y a la persona que lo realiza.