Opinión: Clippers envían un pobre mensaje al darle a Blake Griffin sólo cuatro juegos de castigo

Una franquicia que ha trabajado tanto por mejorar su imagen, deja la puerta abierta para nuevos episodios de violencia y mal ejemplo

Blake Griffin sólo se perderá algunos juegos con los Clippers mientras sana su mano fracturada.

Blake Griffin sólo se perderá algunos juegos con los Clippers mientras sana su mano fracturada. Crédito: Getty Images

El castigo de cuatro partidos de suspensión sin goce de sueldo impuesto ayer por los Clippers de Los Ángeles a su superestrella Blake Griffin deja un mal sabor de boca en la opinión pública.

El pelirrojo jugador que se hizo famoso con sus espectaculares clavadas de balón en la canasta y que es uno de los basquetbolistas más prolíficos y populares de toda la NBA, perdió la compostura de fea forma hace un par de semanas al golpear a un empleado de su propio equipo, un hombre mucho más pequeño que él, de quien se asegura es su amigo, mientras se encontraban ambos en un restaurante de Toronto como parte de la delegación del club en una gira.

El episodio fue tan vergonzoso que el Concejo de Deportes de Los Ángeles valora la opción de anular el premio que había decidido entregarle a Griffin como deportista angelino del año de 2015.

Los cuatro juegos de sanción de parte de un club que ha trabajado tanto en busca de obtener una imagen moderna, fresca y ganadora, representan un verdadero regalo para alguien que fue tonto e irresponsable en su conducción personal como representante de la franquicia.

El mensaje que los Clippers están enviando al público es que no importa si uno de sus hombres comete el garrafal e intolerable error de sucumbir ante la ira e incurrir en la violencia. Esos cuatro partidos deberían de ser apenas el principio de una sanción ejemplar sólo por la pelea, pero ¿qué tal otros cuatro por agredir a un individuo que también es parte del club?

¿Qué tal cuatro más por poner en riesgo la salud de dicho individuo? ¿Y por qué no otros cuatro o más juegos por la irresponsabilidad de arriesgar su propia integridad física (Griffin sufrió una mano fracturada) y con ello victimizar las aspiraciones de un equipo al que le urge trascender y ser candidato a la corona?

Los Clippers se han visto mal con su discreta medida disciplinaria, primero porque es a todas luces una sanción insuficiente, pero también porque decidieron mantener el tema sin suficiente transparencia, evitando dar detalles reales sobre el incidente.

Pero como en todo, cuando no hay un mensaje claro y enérgico, la lección muchas veces no se aprende y el problema puede ser recurrente.

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