Líderes demócratas exigen renuncia de Rick Snyder por crisis de agua en Michigan

Legislador Xavier Becerra insta al Congreso a tomar medidas inmediatas para paliar la crisis

Un especialista de la Guardia Nacional carga agua embotellada para los vecinos de Flint.

Un especialista de la Guardia Nacional carga agua embotellada para los vecinos de Flint. Crédito: Sarah Rice | Getty Images

WASHINGTON – La contaminación del agua en Flint (Michigan), que afecta en particular a las minorías y los inmigrantes, ha servido de abono para el llamado de líderes demócratas dentro y fuera del Congreso, entre éstos Hillary Clinton y Bernie Sanders, para la renuncia del gobernador republicano, Rick Snyder.

La crisis del agua potable en Flint, una ciudad de mayoría negra, empezó en abril de 2014 cuando, para ahorrar dinero, las autoridades estatales cambiaron su fuente de suministro de agua del sistema de Detroit al del Río Flint, sin tomar medidas para evitar la corrosión de las tuberías.

Las quejas sobre el color café y mal sabor del agua, y diversos problemas de salud de los niños por consumir agua envenenada, aparentemente cayeron en oídos sordos durante los últimos dos años.

Snyder declaró un estado de emergencia y ha logrado una partida de $30 millones para reembolsar las facturas de agua de los residentes, pero eso no aplaca las voces de quienes piden su cabeza ante la magnitud de la crisis.

El desastre humanitario en Flint se ha politizado y ha cobrado fuerza en medio de una reñida contienda presidencial, en la que Michigan se perfila como un estado decisivo para los comicios generales de noviembre próximo.

Snyder se defendió en Twitter de los ataques, y ha dejado en claro que no piensa renunciar.

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“Llueve plomo en Flint”

Durante el séptimo debate demócrata anoche en Flint, Clinton por primera vez pidió la renuncia de Snyder, o que los votantes lo retiren del cargo, meses después de insistir en que su prioridad inmediata era resolver la crisis del agua tóxica y no buscar culpables.

El estado de Michigan tiene fondos para tiempos de crisis. Está lloviendo plomo en Flint, y el estado es negligente al no proveer el dinero que se requiere”,  argumentó Clinton, quien además prometió eliminar el plomo “en todas partes” en un plazo de cinco años si llega a la Casa Blanca.

Sanders, que durante meses ha venido exigiendo la renuncia de Snyder, dijo que, si gana la presidencia, ordenará el despido de quienes estaban al tanto del problema y no hicieron nada para corregirlo.

Ambos prometieron mantener la atención sobre el asunto  aún cuando el asunto pase de moda y las cámaras de televisión se hayan retirado de la ciudad, cuya crisis ha sido documentada por el cineasta Michael Moore.

Gira de congresistas

Mientras, en su tercera visita a Flint desde que estalló la crisis, una veintena de legisladores demócratas, incluyendo esta vez al californiano Xavier Becerra, recogió testimonios de familias que, apiñadas el viernes pasado en la Iglesia Grace Emanuel, buscaban respuestas.

Los inmigrantes indocumentados, en particular, han expresado abiertamente su temor de acudir a los centros de distribución de agua potable por temor a que las autoridades les pidan “papeles” o los expongan a la deportación.

En Flint, otrora gloria industrial de la zona central de EEUU, viven alrededor de 100,000 personas, de las cuales el 56,6% es afroamericana y cerca del 4% es de origen hispano.  El 41,2% de los residentes vive bajo el nivel de pobreza, y el salario medio es de $24,679, según datos del Censo.

En entrevista con este diario, Becerra afirmó que la visita en Flint dejó constancia del sufrimiento de las familias por una crisis prevenible, incluyendo familias latinas.

Es difícil creer que esto pueda ocurrir en el siglo 21; tuvimos que venir a ver y escuchar de primera mano lo que está pasando. Era importante ir, y esperamos seguir presionando al Congreso a que tome acción, especialmente porque el gobernador Snyder parece estar totalmente ausente en este asunto”, afirmó

Becerra, presidente de la bancada demócrata de la Cámara Baja, negó que su partido esté politizando la crisis, al destacar que, según datos preliminares, las autoridades estatales no alertaron a tiempo a los residentes sobre el agua envenenada.

“Quienes digan que las autoridades estatales hicieron todo lo posible, que no hay crisis o que esto se está politizando, deberían reunirse con las familias afectadas por el envenenamiento con plomo”, enfatizó.

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Becerra afirmó que los pobres y las minorías tienden a sufrir desproporcionadamente los problemas de contaminación, y citó como ejemplos tanto la crisis en Flint como otra cerca de Los Angeles (California), donde la empresa Exide Technologies, dedicada al reciclaje de baterías de coche, contaminó con plomo el aire y el terreno durante décadas.

La empresa cerró sus puertas en 2014, y el gobierno estatal ha solicitado $176 millones a la legislatura de California para tareas de limpieza.

La oficina de Becerra ha elaborado una guía para que los inmigrantes hispanos en Flint puedan acceder a diversos tipos de ayuda en esa ciudad.

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En la gira también participaron la líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y legisladores del Caucus Afroamericano y el Caucus Progresista de la bancada.

El manejo de la crisis está bajo investigación de las autoridades estatales y del Departamento de Justicia.

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