Solidaridad cubana y libertad estadounidense

Cada una de los dos naciones se podrá beneficiar de las virtudel de la otra con la visita de Obama

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Crédito: Getty Images

En un periodo de sequías, el que trae lluvia definitivamente trae suerte.  Así sucedió el día lunes, cuando el presidente Barack Obama arribó a la Habana, Cuba.  Los vientos fuertes que lo acompañaron trajeron la ilusión de la democracia.  Esos mismos vientos devolverán la justicia social cubana a los Estados Unidos.

Como manifesté en otras oportunidades, el régimen cubano se doblará desde adentro, pero es sumamente importante estimular a la población cubana desde afuera.  El presidente Obama tiene en mente esta estrategia.

Google, por ejemplo, ya presentó un proyecto al gobierno cubano para modernizar las plantas de internet e incrementar los usuarios en Cuba. Uno simplemente se puede imaginar el tremendo impacto de las redes sociales y los medios de comunicación en la mentalidad de los cubanos.

Los cubanos también piensan destruir algunas malas costumbres de la sociedad norteamericana con la visita de Obama.  Reconozcamos o no, Cuba es cuna de la revolución latinoamericana y también el bastión de la solidaridad de la región.

En una conferencia de prensa, muchos periodistas increparon a Raúl Castro por la falta de derechos políticos, libertad de expresión y derechos civiles en Cuba.  El líder cubano les contestó que los derechos humanos también incluyen el derecho a la salud, a la educación y a la igualdad de los sexos.

Es verdad, Cuba, a diferencia de Estados Unidos, está muy adelantado en estos rubros sociales. Años atrás, unos amigos médicos cubanos que ofrecían su servicio en Bolivia a través de un convenio con el gobierno cubano, me comentaban que todos los cubanos tienenun seguro médico extremadamente incluyente.“Allá nadie se muere por falta de medicamentos o por negligencia del sistema de salud”, manifestaron.

Del mismo modo, los roces sociales que normalmente visualizamos en las ciudades norteamericanas, en Cuba estos problemas son totalmente aislados.  El racismo se ha intensificado en Estados Unidos y es muy difícil de ignorarlo, especialmente en un proceso electoral dominado por un candidato extremadamente intolerante.  Nuestra sociedad está más dividida en base a la “raza” y la nacionalidad que en otros periodos.

En Cuba sucede lo contrario. La convivencia social entre afrocubanos y personas cubana de ascendencia española-europea es una de las más armónicas del continente.  Ayer, cuando el presidente Obama se paseaba por los recintos gubernamentales de Cuba, se pudo observar a muchos afrocubanos en posiciones de poder.  Eso es raro en Estados Unidos.

Así, la nueva relación diplomática de Estados Unidos y Cuba no solo favorece al segundo, sino también al primero. Obama llevó la esperanza de la democracia a Cuba, a su regreso nos traerá la justicia social de este país.

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