Ojos muy abiertos para proteger a los ancianos de los estafadores

Los mayores, sobre todo los más aislados, son víctimas ideales de fraude. Ayudarles es un reto.

Las personas mayores tienden a ser muy confiados con los extraños./Shutterstock

Las personas mayores tienden a ser muy confiados con los extraños./Shutterstock Crédito: Shutterstock

Cuando los padres se hacen mayores no solo hay que preocuparse de su tensión, la posible diabetes o inevitables dolencias que llegan con la edad. También hay que tener en cuenta que son el objetivo y víctimas perfectas para estafadores de todo tipo. Los que llaman por teléfono y se hacen pasar por un familiar lejano que necesita ayuda monetaria, los falsos técnicos de la empresa de la luz, o quienes les proponen una transacción financiera tan irresistible como fraudulenta.

Según un estudio de enero de 2015 de True Link, una empresa de San Francisco que ayuda en este sentido a personas vulnerables, los ancianos pierden $36,480 millones cada año por abusos financieros. Y casi el 37% de ellos ha sido afectado por fraude en un periodo de cinco años.

¿Cómo evitarlo?

Vaya por delante este aviso: es complicado. Para empezar, muchas veces ellos mismos no son conscientes de que son estafados porque no conocen el alcance de la tecnología que permite a los expertos en fraude en aprovecharse de su situación y sus datos. Otras veces, el hecho de que no oigan bien o que no se concentren con facilidad les hace más vulnerables y menos conscientes de las situaciones. Según Carrie Kerskie, experta en robo de identidad y presidenta de Kerskie Group (empresa especializada en proteger de este delito) los ancianos que están más solos “los que no tienen cerca a un familiar, son los más expuestos y los ladrones conocen esos datos”.

Hay que recordar que en su generación, tienden a tener más confianza en desconocidos, no les gusta ser maleducados o parecerlo y aceptan las buenas maneras o títulos falsos con los que estos artistas de la estafa se pueden presentar.

Puesto que ellos pueden no estar alerta, los familiares tienen que estarlo. ¿Dónde están las señales?

  • En el correo y las cartas que muestran que no se hacen pagos a tiempo. Es señal de que pueden tener problemas económicos por un fraude, de que alguien ha usurpado su personalidad para hacer ciertas transacciones o de que se está preparando el terreno para que alguien lo haga (un estafador pretendiendo ser una empresa de cobro de deudas)
  • Siga en el correo. Si hay mucha correspondencia de loterías u ofertas de dinero fácil que incluyen una mínima inversión inicial además de llamadas de teléfono con ofertas demasiado buenas para ser verdad (nunca. nunca, nunca lo son)
  • El informe de crédito. Se puede pedir una vez al año gratis y se puede ver si hay gastos o comportamientos (una nueva cuenta de banco) anornal. Kerskie explica que esto es clave porque  dice que están detectando “más que nunca”, como los estafadores establecen identidades virtuales o en cuentas en el nombre de un tercero que no tiene presencia online. Por ejemplo, si su padre no tiene e mail o cuenta online, un estafador puede hacerlo con su identidad. “Esta es una estafa cada vez más agresiva y que más crece”, explica esta experta. Es decir, si no tiene identidad en Internet, alguien la puede crear para su propio beneficio y pedir una línea de teléfono, tarjetas de crédito….
  • Interés en financiación. Si empiezan a preguntar cómo hacerse con más dinero o considerar una hipoteca inversa, investigue si tienen aprietos monetarios o alguien les está tratando de vender un producto financiero que no es lo que parece.
  • La casa se llena de productos que normalmente no comprarían. Les están haciendo propuestas caras de cosas que no necesitan.

¿Cómo hablarlo?

  • Hay un cambio de papeles porque no es fácil hablar a un padre como si fuera un hijo. “Puede haber resentimiento”, explica Kerskie.
  • No culpe o cree un sentimiento de vergüenza a los mayores. “Hagales estár en posición de poder mediante e conocimiento no de vergúenza”
  • “Hable con ellos de posibles situaciones, utilice ejemplos, para informarles ante qué cosas han de estar alerta y pregúnteles qué harían”, sugiere esta experta
  • Trabaje con ellos para que entiendan el alcance de la tecnología y que muchos de sus datos no son del todo privados.
  • Explique que hay que acudir a las autoridades cuando se es estafado no hay que sentirse herido en el orgullo sino tratar de capturar a los delincuentes.

Ojo con el timo del cariño

Parte del trabajo de Carrie Kerskie es observar patrones de fraude. Y hay uno que le parece especialmente preocupante y que tiene como presa a las personas mayores sobre todo cuando estas están solas o se sienten así.

“Alguien les llama y establecen una conversación. Si detectan que el mayor tiene mala memoria se hacen pasar por un familiar o amigo lejano que retoma el contacto. Les hacen creer que son parte de su familia y no es una llamada sino varias las que hacen a lo largo del tiempo para ganarse la confianza del futuro estafado”, explica Kerskie. Cuando la relación está establecida, un día esa persona llamará a una ambulancia o la policía diciendo que hay una emergencia en su casa aunque no la haya. Eso termina de sellar el vínculo de confianza con el anciano. Según esta experta el estafador le dirá que como no cogía el teléfono se preocupó y buscó ayuda porque solo él va a echarle una mano cuando lo necesite. Al poco tiempo empezará a pedirle dinero para urgencias familiares y los cheques empezarán a moverse.

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