La razón por la que los Cavaliers de LeBron James están acabados en las Finales de la NBA

Golden State han vapuleado a Cleveland sin necesitar que Stephen Curry anote 30 puntos... en dos partidos

Draymond Green es el líder emocional de los Warriors, pero el domingo en el juego también fue el líder anotador y principal artífice del aplastante triunfo sobre Cleveland.

La lesión de Draymond Green causó la pérdida de miles de dolares a las casas de apuestas. Crédito: Getty Images

¿Están los Cavaliers de Cleveland acabados? Esa es la pregunta con la que los aficionados del baloncesto amanecieron el lunes. Unas horas antes, un motivado y enfocado equipo de Golden State había vapuleado a LeBron James y sus huestes por 33 puntos de diferencia en el segundo partido de las Finales de la NBA (110-77).

Con ventaja de 2-0 en la serie al mejor de siete, los Warriors están a la mitad de su misión de refrendar la corona. Los juegos 3 y 4 serán miércoles y viernes en Cleveland, la ciudad que se atormenta de nuevo cuando la inferioridad de sus Cavs amenaza con extender la sequía de campeonatos profesionales que inició después de1964, o sea, hace 52 años.

No es solo que Golden State ha ganado los primeros partidos con  indudable facilidad, sino que lo ha hecho sin requerir de nada extraordinario del mejor basquetbolista del mundo, Stephen Curry, o del también estelar tirador Klay Thompson.

En el partido del domingo, Curry solo hizo 11 tiros de campo (metió 7) y terminó con 18 puntos. Una serie de foules tempraneros del “MVP” hicieron que su entrenador lo sentara por un rato, pero eso no fue problema.

Curry, que en el juego 1 apenas anotó 11 puntos, se dedicó a disfrutar en el banquillo la destrucción que el resto de sus compañeros terminaron por redondear contra unos Cavaliers sin respuestas. Draymond Green fue el mejor hombre del juego con sus 28 puntos, y el banquillo volvió a responder, ahora con 40 puntos combinados (en el juego 1 fueron 45 tantos).

James, ahora sí muy serio y corto en la conferencia de prensa, denota la adversidad de los campeones de la Conferencia Este, que en las Finales de 2015 pusieron en problemas a los Warriors al ganarles dos de los primeros tres juegos, antes de caer tres veces seguidas. Es solo que estos Warriors son mucho mejores.

“Nos vencieron. No ganamos nada. No les ganamos en ningún punto del partido”, dijo James, quien fue dejado el domingo en 19 puntos (7 de 17), con sus 8 rebotes y 9 asistencias. Su racha de 25 partidos de postemporada con al menos 20 puntos anotados llegó a su final.

Pero incluso si LeBron hubiese sido mucho mejor, no importaba, porque la movilidad y energía de los Warriors, aunado a la repartición de esfuerzos y contribuciones de todos sus integrantes los tiene innegablemente camino al bicampeonato.

Por cierto, el siguiente juego ganado por Golden State lo convertirá en el equipo con la temporada más ganadora de todos los tiempos. En este momento tiene 87, empatado con los históricos Bulls de Chicago de 1996.

Históricos, así lucen los Warriors, un equipo que se convierte cada vez más en uno de época.

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