Las claves de una buena rutina desde primera hora

Los pequeños empresarios tienen grandes retos pero una buena programación diaria puede ayudar a superarlos

Si llevas una vida sedentaria, es muy importante que hagas ejercicio en la oficina.

Si llevas una vida sedentaria, es muy importante que hagas ejercicio en la oficina. Crédito: Shutterstock

Valentín Fuster no es un empresario. Este español es un médico investigador con enormes responsabilidades, su especialidad es el corazón y es el director de este área en el hospital Mount Sinai en Manhattan donde también es el  médico jefe. Sus días son largos e intensos pero siempre empieza de la misma manera, una forma aconsejable para todos los que tienen ante sí días largos e intensos como es el caso de estresados emprendedores o pequeños empresarios.

Fuster empieza el día en su oficina, muy pronto, con 20 minutos de meditación.

Es una fórmula que aconsejan hasta la saciedad quienes la practican y los asesores empresariales y personales (coaches). Meditar como rutina al empezar el día (por su puesto hay un app para ello apropiada para no iniciados, Headspace).

Empezar el día con una serie de rutinas ayuda a sobrellevar el peso de la responsabilidad y el trabajo además de sentar el tono de todo un día que debe ser eficiente. Esto es lo que aconsejan en la National Federation of Independent Business (NFIB) para tener más motivación, mejorar la productividad y tener claridad. Éstas son las claves:

  • Tener un ritual por la mañana

Ejercicio, meditación, tomar un café mirando la ventana con cierta tranquilidad, una larga ducha… Lo que sea, pero siempre lo mismo. Un ritual diario. Repetir este comportamiento para que el cerebro entienda que cuando se hace esto es para empezar el día.

  • Olvide el e-mail a primeras horas

Hay quienes duermen con el celular al lado de la cama y no solo pone la alarma para despertar (si la necesita) sino que además, inmediatamente, y casi sin poner un pie en el suelo están mirando todos los correos que han llegado en las últimas horas y empieza a responder. No es aconsejable porque los correos pueden establecer la prioridad del día y son una reacción no una acción que forme parte de una estrategia motivada ystratégica de trabajo. La recomendación es que cada uno se fije las prioridades antes de que el correo las decida por uno.

  •  Hay que desayunar

Los expertos en nutrición lo repiten tanto que hay una frase inolvidable para ello: hay que desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo. El desayuno es la comida que da la energía del día. Nadie necesita la energía de una gran cena para irse a dormir, por más placentero que esto sea. Un té, café, cereales, vitamina B… no se olvide salir de casa con ello.

  • Sepa de qué va el día

No diga que no tiene tiempo para leer el periódico, escuchar los programas de mañana de la radio… Tiene que formar parte de su rutina diaria saber qué pasa a nivel local y en el mundo para centrarse, no solo por curiosidad o porque le sea interesante sino también para poner su vida en perpectiva y aprender. Un empresario tiene que sacar tiempo para leer y formarse desde el punto intelectual e informativo porque esta tarea es, por definición, inacabada.

  • Priorizar: Hacer, no hacer, retrasar

Confundadores, directivos, empresarios tienen que priorizar las tareas de las horas del día. Saber qué es importante, qué es urgente, qué es necesario. Se necesita una cierta creatividad y frescura para organizarse, por ello es una actividad de mañana. Solitaria, sin distracciones. Según la NFIB los niveles de energía y concentración van reduciéndose a lo largo del día por lo que es mejor decicar las primeras horas de la mañana a lo más creativo y las siguientes a lo más administrativo. Poner por escrito lo que ha de hacerse, lo que no se tiene que hacer y lo que se puede retrasar y hasta cuando, permite tener un mapa de actuación muy productivo.

  • Encontrar motivación

Cada día tener, al menos, un objetivo, grande o pequeño no importa. Hay que establecer la estrategia del día para lograrlo, centrarse en ello y mantener el timón del trabajo con el objetivo puesto en lograrlo. Conseguir llegar a una meta permite centrarse en la siguiente.

  • Mantégase conectado

No deje que nada interfiera en estar al tanto de lo que pasa en su hogar y su círculo más cercano. Comparta el desayuno con su familia, hable con sus amigos sin tener las distracciones de teléfonos o tener que correr para algo. En el caso de muchas empresas familiares latinas, los fundadores explican que buena parte de su decisión de entrar en el mundo empresarial está determinada por la necesidad de dejar algo a su descendencia, cuidar por los suyos.  No les pierda de vista o las relaciones con ellos mientras labra ese futuro, ayuda a centrarse y encontrar la motivación necesaria.

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