Papá encerrado por secuestrar a su propia hija sale de la cárcel
La rocambolesca lucha por la custodia de la pequeña Adrianna Kent ha cruzado fronteras, involucrado a mafias y llevado a su padre a una prisión de máxima seguridad
Dustin Kent acabó en la cárcel y protagonizó titulares cuando secuestró a su propia hija, la pequeña de 5 años Adrianna, de los brazos de su madre en Perú en febrero de este año.
Este residente de Northridge de 33 años fue condenado a prisión preventiva en febrero de este año por los hechos. Tras pasar siete meses en un penal de máxima seguridad, el viernes fue puesto en libertad después de que un tribunal de Lima validara una sentencia de 2015 emitida por la Corte Superior del condado de Los Ángeles que desestimaba cargos de abuso sexual presentados contra él por su ex-mujer y le concedía la custodia total de su hija.
La historia de esta disfuncional familia se remonta a 2006, cuando el ciudadano estadounidense Dustin Kent y la peruana Rose Chacón, que llevaba un año en Estados Unidos, se conocieron y entablaron una relación. Tras casarse y tener una hija juntos, la pequeña Adrianna, la pareja se divorció en 2012 y les fue concedida la custodia compartida de la menor.
De acuerdo con el testimonio de Chacón, en septiembre de 2014 Adrianna le contó con detalle que su padre le hacía tocamientos de índole sexual. La mujer denunció entonces a Kent por abusos sexuales y él pasó tener acceso restringido y solo bajo supervisión a su hija, mientras las autoridades determinaban la verosimilitud de la acusación.
No obstante, el 24 de abril de 2015 la Corte Superior de Los Ángeles desestimó la denuncia de Chacón y concedió la custodia única a Kent, por considerar que la mujer había actuado de mala fe. Mientras tanto, Chacón se había marchado con su hija a Perú y ya llevaban 3 meses viviendo allí cuando los tribunales americanos le quitaron la custodia de su hija.
Que Chacón se llevara a su hija de Estados Unidos fue un acto ilegal, puesto que no contaba con autorización judicial ni el consentimiento Kent. Las autoridades americanas estaban intentando localizar a la niña, pero Kent decidió actuar por su cuenta.
El 10 de febrero de 2016, dos hombres asaltaron a Chacón en Lima y se marcharon con la niña en un auto. Ella lo denunció inmediatamente y pidió ayuda públicamente para encontrar a Adrianna, dando pie a una mediática búsqueda con helicóptero que dio su fruto al día siguiente.
Dustin Kent fue detenido el 11 de febrero por orquestar el secuestro de la pequeña, junto a un ex-militar llamado Kevin Critchley, ciudadano británico y que fue relacionado con la organización Child Abduction Recovery International (CARI), dedicada a “recuperar” niños por todo el mundo y que negó su presunta implicación en el caso.
Kent afirma que fue él quien llevó a cabo la abducción y que ésta no fue tal, pues era su derecho recuperar a su hija. Critchley sería, según él, solo un amigo que había acudido a Perú por viaje de placer.
Chacón por su parte asegura que Kent no estaba presente cuando le arrebataron a su hija, y el general Óscar Gonzales, jefe de la división de Trata de Personas de PNP, señaló en su día que Critchley era integrante de una mafia internacional que llega a cobrar más de 200,000 dólares para sustraer menores en países extranjeros.
El caso quedó en manos de las autoridades peruanas, que tenían ante sí dos posibles cargos de secuestro: uno contra Chacón, remitido por la Haya después de que ella se llevase a Adrianna de Estados Unidos de manera ilegal, y otro contra Kent como instigador y Critchley como autor material del secuestro.
En un primer momento, la acusación de secuestro contra Kent y Critchley permitió que fueran encerrados ya que se enfrentaban a una sentencia máxima de 35 años y la ley autoriza la prisión preventiva cuando la pena es mayor de cuatro años.
Sin embargo, ahora los tribunales peruanos han determinado que el caso no se trata de un secuestro sino de un asunto de sustracción internacional de menores, cuya pena máxima es de dos años y por tanto ya no justifica la prisión preventiva. Tanto Kent como Critchley han sido puestos en libertad, pero todavía tienen prohibido abandonar Perú y han de acudir periódicamente a la corte para ser fichados.
La decisión de la jueza asignada la caso, Lorena Alessi, ha disgustado al abogado de Chacón. Fernando Pilco Castañeda ha afirmado que presentará una denuncia penal por prevaricación contra la magistrada y que su forma de actuar -sin notificar a Chacón de la audiencia en la que se decidió el cambio de sentencia, según Pilco- debería conllevar a la nulidad de la sentencia.