Masajista de ‘Areli’s Beauty Salon’ arrestada tras muerte de cliente

Una mujer de 36 años murió luego de que se le inyectara con sustancias controladas para aumentar su trasero

Sandra Yaneth Slaughter, de 48 años, enfrenta un cargo por homicidio.

Sandra Yaneth Slaughter, de 48 años, enfrenta un cargo por homicidio. Crédito: Cortesía/Policía de Long Beach

Una masajista de Long Beach hoy enfrenta un cargo por homicidio luego que una de sus clientes murió después de que le realizará procedimientos cosméticos no quirúrgicos sin contar con licencia para hacerlo.

Sandra Yaneth Slaughter, de 48 años, también conocida como Sandra Pérez González, fue inicialmente detenida bajo sospecha de poseer sustancias controladas tras la muerte de Hamilet Suárez, de 36 años, el 12 de febrero de 2014.

Más tarde, Slaughter fue liberada sin que se le presentara ningún cargo.

Pero durante los próximos tres años, en lo que transcurrió la investigación en la muerte de Suárez, dentro del salón de belleza “Areli’s”, ubicado en el 2113 de la avenida Pacific, encontraron suficiente evidencia para vincular a Slaughter a la muerte.

Por ello, el pasado martes, la Policía de Long Beach (LBPD) arrestó a la mujer bajo sospecha de asesinato.

Según la parte policial, Suárez sufrió un paro cardiaco el pasado 12 de febrero dentro del salón de belleza en Long Beach donde Slaughter rentaba un espacio como masajista. La mujer fue declarada muerte tras ser transportada a un hospital local.

Inicialmente, se le informó a investigadores del caso que Suárez había acudido al salón para recibir un masaje y que sufrió un paro cardiaco antes de que se le brindara servicio.

Pero tras registrar el centro de belleza, aprendieron que Slaughter rentaba un cuarto dentro de éste, un espacio donde daba masajes y que promovía servicios de estiramiento facial (facelift) y aumento de labios y trasero, procesos que no eran quirúrgicos.

Dentro del espacio, el LBPD encontró equipo médico y múltiples frascos que contenían sustancias controladas que supuestamente eran empleadas para realizar estos servicios cosméticos.

Al momento, determinaron las autoridades que Slaughter llevaba un mes realizando tales servicios, pero ésta no contaba con licencia para administrarlos —su licencia profesional solo le permitía dar masajes.

Un año después, en 2015, una demanda por muerte injusta fue presentada en contra del salón y Slaughter, por parte del esposo de Suárez y el hijo de 5 años de la pareja. La querella alegó que la masajista no tenía licencia para realizar procedimientos médicos o cosméticos cuando Suárez acudió a su espacio en busca de un proceso no quirúrgico para aumentar su trasero.

La demanda —presentada en el Tribunal Superior de Los Ángeles- alega que Suárez fue al salón y fue inyectada con “sustancias controladas” por Slaughter en una habitación que alquiló en el salón para realizar sus servicios de “renovación de vampiro”.

Durante este proceso, la misma sangre del paciente se vuelve a inyectar en las zonas de la piel para tratar las arrugas o aumentar ciertas partes del cuerpo.

Suárez estaba sana antes del procedimiento, de acuerdo con la demanda, que alegaba que el dueño del salón sabía que Slaughter estaba realizando procedimientos inapropiados en el salón durante un mes antes de la muerte de Suárez y no hizo nada para detenerla.

Slaughter se encuentra detenida en el Centro de Detención Regional Century en Lynwood, bajo fianza de $2 millones.

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