Trasladan a jueces de inmigración a centros de detención de migrantes para acelerar procesos

Ya comenzaron los cambios, que según un juez de inmigración retirado no harán más que "mover cantidades" y no dar justicia a los migrantes que buscan refugio o alivio contra la deportación.

Abogados de inmigración piden que se cierren temporalmente las cortes y se pospongan los casos para evitar contagios de coronavirus. (Archivo)

Abogados de inmigración piden que se cierren temporalmente las cortes y se pospongan los casos para evitar contagios de coronavirus. (Archivo) Crédito: John Moore | Getty Images

Jueces de inmigración están siendo enviados a diversos centros de detención de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) alrededor del país para acelerar los casos de deportación de migrantes detenidos recientemente, según órdenes dictadas por el gobierno de Donald Trump.

Se espera la reasignación temporal de por lo menos 50 jueces por temporadas cortas, para acelerar casos en estos centros y supuestamente evitar la liberación de migrantes en espera de sus audiencias, una práctica conocida como “catch and release”, que Trump prometió “eliminar”.

Los jueces supuestamente estarán despachando en dos sesiones, de 6 de la mañana a las 10 de la noche, según reportes de una carta circulada a medios de comunicación la pasada semana. “Esta semana, varias fuentes confirmaron a La Opinión que los traslados ya comenzaron”

“Sabemos que ya está ocurriendo”, dijo Greg Chen, de la Asociación Nacional de Abogados de Inmigración.  “Ya hemos escuchado de varios traslados, pero aún es un poco pronto para ver qué efecto tiene todo esto”.

Abogados y activistas en varias partes del país reportaron  lo mismo. Una activista de Caléxico, California que prefirió que no se usara su nombre, dijo que “acaba de llegar un juez al centro de detención Imperial, donde hace años no teníamos uno”.

Otros abogados reportaron traslados de jueces de Chicago al Centro de Detención de Bloomington, Indiana y cuatro jueces de Denver se movilizarán al Centro de Detención de Otay Mesa, en San Diego, California.

Para quienes conocen de primera mano el trabajo que deben hacer estos jueces, esto no va a traer nada bueno, sino que va a facilitar una justicia “superficial”.

El juez retirado Paul Wickham Smidt, quien fue magistrado migratorio desde 2003 hasta junio del año pasado, dijo que esto era una mala noticia para los inmigrantes.

Indicó que el resultado será una burla a la justicia y procesos estilo “línea de ensamblaje” para mover gente rápidamente.

“Hay muchas razones por las cuales esto va a ser negativo”, dijo Schmidt. “Es obvio que lo que buscan es pasar los casos lo antes posibles. Si extienden las horas como han dicho, va a ser mucho más difícil para un inmigrante tener un abogado defensor. Hay razones por las cuales en el sistema judicial sólo hay corte nocturna cuando se trata de multas de tráfico”.

Los centros de detención a menudo están lejos de centros poblados y de la comunidad o familia de los detenidos. Si estos sostienen audiencias aceleradas, será más difícil que los migrantes puedan obtener apoyo legal o de otra clase, aseguraron expertos.

Los detenidos migratorios no tienen derecho a un defensor legal, como ocurre en los casos criminales.

Sin dinero y sin contactos, como están muchos inmigrantes recién arrestados, es difícil obtener un abogado. Sin abogado, las posibilidades de obtener un resultado favorable “son cercanas a cero”, dijo el ex magistrado.

Para Wickham, que también fue presidente de la Junta de Apelaciones de Inmigración durante varios años, esa es precisamente la intención de este traslado de jueces, de sus tribunales usuales a los propios centros de detención para inmigrantes.

“El mensaje está muy claro: quieren que la gente salga de aquí rápido, no  creen que los casos tengan ningún significado y la intención es desmoralizar”, aseguró.

“Quieren que estas personas regresen en grandes grupos a sus países, que regresen derrotados y que los demás se den cuenta que no pueden ganar y piensan que así van a desincentivar que otros crucen la frontera”, agregó, indicando que a la larga, no cree que tengan mucho efecto, particularmente con los migrantes que escapan de la violencia en centro América.

La mayoría de los migrantes que están llegando hoy a la frontera vienen de Honduras, El Salvador y Guatemala y piden asilo en Estados Unidos.

Parte de la filosofía de los asesores migratorios de Trump se basa en la “auto-deportación”  y en hacer la vida tan difícil a los migrantes en Estados Unidos que se vayan de aquí o mandar un mensaje a otros para que no vengan.

Para Wickham, esto no tiene mucho sentido para personas cuya vida y seguridad corre peligro todos los días en sus países.

“Si crees que tendrás una oportunidad en diez de salvar tu vida, aunque sea una pequeña oportunidad, igual vas a venir, porque sabes que en tu país probablemente te van a matar”, dijo el magistrado. “Estos migrantes van a seguir viniendo”.

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