No creas todo lo que te dicen en cuanto a tu empleo

Mitos y realidades laborales que pueden confundirte

El representante de recursos humanos no es tu confesor, y probablemente comparta todo lo que digas.

El representante de recursos humanos no es tu confesor, y probablemente comparta todo lo que digas.  Crédito: Morguefile

En la actualidad, vivimos constantemente bombardeados por noticias e información que no siempre es cierta, pero que se repite sin cuestionar. Estos mitos se extienden a los consejos laborales que recibimos de familiares, amigos y compañeros de trabajo. Estos consejos basados en mitos, si bien muchas veces bien intencionados, pueden arruinar tu carrera.

Compartimos algunos de ellos, para que no tomes decisiones equivocadas que te puedan perjudicar profesionalmente:

  1.  Mito: si le dices algo al representante o a la oficina de recursos humanos, la conversación es siempre confidencial.
    Cuando le cuentas algo al representante de recursos humanos, recuerda que no estás hablando ni con tu médico de cabecera, ni con tu pastor o confesor. La función de esta oficina es proteger a la empresa, y, a menos de que se trate de un caso particular, en el que negocies términos de confidencialidad de antemano, el representante probablemente compartirá la conversación con quién considere pertinente. A su vez, la oficina de recursos humanos tiene la obligación de reportar acoso y discriminación en el lugar de trabajo, y el momento en que se entere de algún problema de ese tipo, lo reportará de inmediato.
  2.  Mito: tu empleador puede prohibirte que discutas o hables de tu salario con otros trabajadores.
    La ley federal prohíbe a los empleadores que no les permitan a sus empleados hablar de sus salarios entre ellos. Los trabajadores están protegidos a nivel nacional y pueden organizarse, discutir y tratar de introducir cambios a sus condiciones laborales y sus sueldos. La única manera de lograrlo, es compartiendo la información salarial con sus colegas.
  3.  Mito: me voy de la empresa, tengo que redactar una carta de renuncia.
    El sólo propósito de la carta de renuncia, es el de archivarla, como documentación. Cuando decides dejar tu empleo, corresponde sentarte frente a tu supervisor y anunciárselo cara a cara. También puedes renunciar llamando por teléfono, en el caso de que trabajes a distancia.
  4.  Mito: Las empresas jamás dan malas referencias.
    Si tu exempleador quiere dar una referencia negativa sobre tu desempeño, está en su derecho legal de hacerlo, siempre y cuando la información que provea sea factualmente exacta. Existen compañías cuya política se basa en solo dar como referencia  el tipo de labor realizada y las fechas, pero esto no implica que no puedan dar una referencia negativa, si así lo deciden.
  5. Mito: no pueden despedirme de mi trabajo, a menos que tengan una muy buena razón para hacerlo.
    Siempre y cuando el empleador no te despida por razones discriminatorias de raza, edad o género, o que el despido no sea una represalia por motivos legales, el empleo es siempre “a voluntad” (at-will), esto es, la empresa puede despedirte en cualquier momento y por cualquier motivo.

En esta nota

Derechos laborales Empleo
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain