Las detenciones de inmigrantes en San Diego se duplican e igualan cifras de 2014
Desde febrero hasta finales de mayo de 2017 se han producido 547 arrestos
El número de detenciones de inmigrantes en San Diego en el período comprendido entre febrero y mayo de 2017 se ha duplicado respecto al año anterior, con 547 detenciones frente a las 242 que tuvieron lugar durante los mismos meses de 2016, según el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Estos valores recuerdan a los existentes antes de que el ex presidente Barack Obama modificara las prioridades de control de inmigración a finales de 2014, año en el que de forma similar al 2017, se produjeron 540 arrestros en San Diego entre los meses comprendidos entre febrero y mayo.
Las prioridades de Obama se centraron en personas condenadas por delitos graves o por múltiples delitos menores, mientras que la política de Trump, ampliada en una orden ejecutiva el pasado mes de enero, incluye a personas acusadas por cualquier tipo de delito y a quienes tienen órdenes finales de expulsión, esto es, cuando un juez de inmigración ya ha firmado sus deportaciones.
“Todo lo que estamos tratando de hacer es proteger a la comunidad y eliminar las amenazas”, afirmó Greg Archambeault a Los Angeles Times, director de ICE de San Diego.
Desde que Donald Trump cambió la política de inmigración, las historias de noticias sobre inmigrantes detenidos por oficiales en vehículos grises sin marcar se han extendido como la pólvora de costa a costa.
Estos arrestos son llevados a cabo por 129 equipos de operaciones fugitivas, amparados bajo el Programa Nacional de Operaciones Fugitivas (NFOP, por sus siglas en inglés) encargado de administrar el presupuesto, planificar los recursos y apoyar en la investigación a las 24 oficinas de campo de las Operaciones de Detención y Deportación (ERO).
Estos equipos trabajan en pequeños grupos investigando la vida de aquellas personas susceptibles de ser deportadas de los EEUU. Los grupos salen diariamente en busca de estas personas, llaman a sus puertas en cualquier momento entre las 6 a.m. y las 10 p.m., e intentan llevárselas; pese a que muchas se niegan a abrirles la puerta al no disponer de una orden judicial.
“Todavía estamos enfocándonos en criminales, pero no estamos confinados a ellos, [lo que] nos permite hacer cumplir la ley en todos los ámbitos”, explicó al LA Times Clinton Johnston, director asistente de la oficina de campo de Operaciones de Detención y Deportación (ERO) de San Diego.