Cada año recibe una sorpresa de su hermana gemela fallecida

El duelo es difícil de superar y cada uno encuentra formas de hacerlo a su debido tiempo

Rachel y Christine Hoggins estaban muy unidas hasta que, lamentablemente, un cáncer las separó.

Rachel y Christine Hoggins estaban muy unidas hasta que, lamentablemente, un cáncer las separó. Crédito: Caters Agency

Rachel Hoggins sufrió una pérdida horrible: su hermana gemela idéntica, Christine, murió hace dos años después de luchar contra un cáncer de mama. Rachel perdió a su hermana y a su mejor amiga.

Christine y Rachel estaban tan unidas que la fallecida sabía lo terrible que sería para su hermana si no conseguía vencer la batalla a la enfermedad. Por eso, decidió tomar medidas, por si acaso moría. Christine hizo algo para que su hermana pudiera superar su muerte y lidar con su pérdida.

Cuando murió, Rachel recibió una carta escrita por su hermana y una tarjeta con consejos para ayudar a superar su muerte. Christine también le dejó un libro llenos de recuerdos de ambas, que estaba a medio completar para que Rachel rellenera el resto cada vez que la extrañara y se acordara de algún momento compartido.

Los recuerdos compatirdos con los seres queridos nos acompañan siempre.

Naturalmente, los cumpleaños eran lo peor parte del duelo. Son muy duros para Rachel, ya que siempre los compartió con Christine.

“Siempre compartimos nuestros cumpleaños, así que es un día que siempre está lleno de lágrimas. La extraño mucho “, dice Rachel.

Sin embargo, en su primer cumpleaños después de que su hermana murió, Rachel recibió un regalo inesperado, una carta de su hermana fallecida.

Y así sucede cada año.

“La primera carta que recibí fue una completa sorpresa. Ahora sé que una amiga cercano está cumpliendo el deseo de mi hermana y ayudándola a ella y a mí mandando las cartas”, admite Rachel. “Fue mi cumpleaños la semana pasada el 31 de agosto y le pregunté a mi amiga si habría muchos más cartas y regalos en cumpleaños futuros y me dijo que sí”.

Christine se aseguró de que Rachel recibiera regalos hasta que tuviera al menos 50 años.

“Lo hicimos todo juntas. Teníamos los mismos amigos. Pasamos juntas muchos momentos. Cuando Christine fue diagnosticada con cáncer de mama, la angustia me invadió de tal forma que no sabía cómo luchar para superarla. Necesitaba darle ejemplo de optimismo, pero fue ella quien acabó animándome a mí. Y lo sigue haciendo, incluso ahora que no está. Siempre fue muy valiente”, son las palabras de Rachel.

Cada carta es manuscrita y  dedicada especialmente a Rachel. Un gesto que ayuda a superar la pérdida de alguien tan querido y especial para Rachel.

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