Trump: “EEUU es verdaderamente una nación de luto”

En su visita a Las Vegas (Nevada), Trump elogió el "gran heroísmo" de las víctimas y equipos de emergencia, pero evadió hablar del control de las armas

Las familias de las víctimas de la violencia de las armas merecen algo más que nuestros pensamientos y oraciones

Las familias de las víctimas de la violencia de las armas merecen algo más que nuestros pensamientos y oraciones Crédito: Drew Angerer/Getty Images

WASHINGTON.- Evadiendo el espinoso tema del control de las armas, el presidente Donald Trump afirmó este miércoles en Las Vegas (Nevada) que EEUU “es verdaderamente una nación de luto” tras la masacre del domingo pasado, expresó apoyo a los sobrevivientes, y elogió el “gran heroísmo” de la policía y los equipos de emergencia.

Un día después de su visita a San Juan para apoyar los esfuerzos de recuperación en Puerto Rico, Trump visitó el Centro Médico Universitario en Las Vegas, donde afirmó que su Administración respalda al “100%” a las víctimas del tiroteo, que dejó al menos 59 muertos y más de 500 heridos.

Trump dijo que invitó a varias de las víctimas a la Casa Blanca, pero no precisó fecha.

“Lo que vi hoy es tan solo un increíble tributo al profesionalismo, y lo que han hecho (los médicos) es increíble… y los pacientes, su valentía –algunos muy muy mal heridos porque se negaron a irse, querían ayudar a otros”, señaló Trump, reiterando lo “increíble” de la  policía y de las víctimas.

Así fue que Trump elogió la labor de la policía y de los equipos médicos que respondieron con rapidez a la escena del crimen, poco después de que Stephen Paddock abriera fuego contra unas 22,000 personas que asistían a un concierto al aire libre de música “country”.

“EEUU está de luto”

En su segundo parada, en la comisaría de la policía metropolitana de Las Vegas, Trump se reunió con diversas autoridades, incluyendo el gobernador republicano, Brian Sandoval, el alguacil Joseph Lombardo, la alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman, los congresistas Mark Amodel y Dina Titus, y la senadora demócrata, Catherine Cortez-Masto.

“La masacre que ocurrió la noche del domingo llena de dolor el corazón de EEUU. EEUU es verdaderamente una nación de luto”, dijo Trump, leyendo unas declaraciones formales.

El mandatario citó el heroísmo de personas que sacrificaron sus vidas para salvar a otros, como el policía Charleston Hartfield, quien se encontraba en el concierto en su tiempo libre, y el oficial Tyler Peterson, quien fue hospitalizado con heridas de bala.

“No podemos definirnos por la maldad que nos amenaza… nos define nuestro amor, nuestra preocupación y nuestro valor”, agregó.

“En los próximos meses, tendremos que bregar con el horror desatado esta semana, pero saldremos adelante juntos”, afirmó.

Asimismo, Trump calificó a Paddock, el autor de la masacre, como un hombre “muy enfermo” y “muy demente”,  y aunque horas antes dijo estar muy “entristecido” por la tragedia, evadió comentarios sobre cómo impedir que las armas caigan en manos equivocadas.

Paddock, un hombre blanco de 64 años, llevó a cabo la masacre desde el piso 32 del hotel Mandalay Resort & Casino, donde se había atrincherado con numerosas armas y municiones desde el jueves pasado.

Según las autoridades policiales, el sujeto se quitó la vida antes de que la policía entrara a la habitación. Las investigaciones aún no determinan el móvil de la masacre.

Silencio frente al ruido de las armas

Según el grupo “GunViolence Archive”, en lo que va de 2017  ha habido 271 tiroteos y 11,572 muertes por la violencia derivada de las armas, en un país que venera la tenencia de las armas.  Se calcula que hay más de 300 millones de armas de fuego en manos civiles en EEUU.

Sin embargo, a lo largo de su visita en Las Vegas, Trump evadió responder a preguntas sobre la urgencia de que el Congreso apruebe medidas para un mayor control de las armas.

“Pues no vamos a hablar de eso hoy. No hablaremos de eso”, enfatizó Trump.

Es que el guión que mantiene la Casa Blanca es el mismo de los republicanos y activistas que se oponen a restringir aún más la venta de armas en EEUU, al señalar que “no es el momento” para abrir ese debate.

La poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), que influye en la política mediante millonarias donaciones a ambos partidos, también ha mantenido su conocida estrategia: silencio en las redes y en los foros públicos tras una masacre, para posteriormente retomar la defensa de la Segunda Enmienda, que consagra la tenencia de las armas.

Hoy mismo, la Cámara de Representantes, bajo control republicano, rechazó en una votación de 231-189, una resolución para establecer un comité especial bipartidista que estudie el fenómeno de la violencia de las armas, y entregue recomendaciones sobre posibles legislaciones en un plazo de 60 días.

Los republicanos también se resisten a fortalecer el sistema de revisión de antecedentes penales para los compradores de armas, y el Congreso dejó caducar una ley que prohibía la venta de armas de asalto.

“Las familias de las víctimas de la violencia de las armas merecen algo más que nuestros pensamientos y oraciones- merecen una acción urgente y tan esperada para poner fin a esta crisis”, se quejó la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi.

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