Logran atrapar al mayor ladrón de fajitas de Texas

Se sospecha que robó más de un millón de dólares de carne cortada en fajitas

Un plato de fajitas de carne y pollo.

Un plato de fajitas de carne y pollo.  Crédito: CC BY SA-2.0 Flickr elisart 324248450

Desde 2008, el Departamento de Justicia Juvenil del Condado de Cameron ha estado pagando por las entregas de fajitas. Solo hay un problema: la cafetería de la instalación no sirve fajitas.

Esa discrepancia fue aclarada recientemente. Según el Brownsville Herald, el Servicio de Alimentos Labatt intentó entregar 800 libras de fajitas a la cocina de la instalación el 7 de agosto. El empleado de la cocina que recibió el envío informó al conductor que allí no servían fajitas. El conductor le dijo al empleado que había estado haciendo entregas de fajitas en ese lugar  durante los últimos nueve años a un empleado, que es probable que sea Gilberto Escamilla.

“El que recibe la mercancía se dirige rápidamente al supervisor y le transmite la discusión que tuvo, y eso descubre el caso”, dijo Saenz, fiscal del distrito del condado de Cameron, en el sur de Texas. “Cuando el señor Escamilla se reporta a trabajar al día siguiente, se enfrenta a la discusión y admite que había estado robando fajitas durante nueve años”.

Escamilla fue despedido el 8 de agosto y arrestado al día siguiente, luego de que la Unidad de Investigaciones Especiales de la Oficina del Fiscal obtuviera una orden de allanamiento. Cuando los policías registraron la casa de Escamilla, encontraron paquetes de fajitas en su refrigerador.

La historia es absurda, pero Escamilla no es solo sospechoso de guardar las fajitas en su refrigerador para asar los fines de semana.

Según los investigadores, se alega que el ladrón de fajitas fue el responsable de robar US$1,2 millones del corte de carne durante nueve años, y de establecerse como un vendedor del mercado negro de falda de carne de res en todo el Valle del Río Grande.

Operaciones como la llevada a cabo en Brownsville son raras: la mayoría de los ladrones (que son atrapados, de todos modos) se limitan a la cantidad de carne que pueden llevarse encima. Pero cuando uno considera los recibos de pagos por fajitas que hacía el condado de Cameron y que se distribuían en el mercado negro de Texas durante 9 años, tiene sentido que alguien intente tomar la larga tradición del robo de carne de Texas a lo grande.

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