¿Qué hizo él para merecer que lo vinieran a matar a su propia casa?

Alrededor de las 12:40 a.m. del 20 de julio del año pasado, Lucio García regresaba a la casa donde había vivido por una década en Arlington Heights acompañado de su hija y dos de sus pequeños nietos.

Mientras retrocedía su camioneta para estacionarse frente a la vivienda en el 1655 de la Avenida Van Ness, un hombre afroamericano se apareció por la puerta del pasajero y sin mediar palabra le asestó varios tiros. El hombre de 56 años, que estaba jubilado después de trabajar en la construcción, murió en el lugar; su hija Vanessa fue herida en la frente, pero sobrevivió.

Tras disparar, el sospechoso se echó a correr por la calle Van Ness.

Este jueves por la mañana, en el mismo lugar donde García perdió la vida, su familia y la Policía de Los Ángeles (LAPD) suplicaron la ayuda del público para dar con su asesino, quien sigue sin ser identificado.

“Este fue un asesinato sin sentido. No hay un motivo para esto. No hay razón para pensar que alguien le haga daño a este pobre hombre y su familia”, dijo el teniente John Radtke, del Buro Oeste de Homicidios con el LAPD.

Su muerte destrozó a su familia.

“El (sospechoso) nos arrebató alguien muy importante para nosotros que no merecía morir así”, dijo Vanessa sobre su padre. “Lo extrañamos todos los días”.

Dijo que nunca se dio cuenta de que alguien se les acercaba.

La Policía dijo que no hay videos ni nada que les ayude a rastrear al sospechoso.

Alejandra García, la hija mayor del occiso, describió a su padre como alguien que “siempre estaba dedicado a su familia” y una persona que ayudaba a todo el que se lo pidiera.

“Si miraba un carro en la orilla él iba; ayudaba a todos sus vecinos”, recalc, antes de preguntar, “¿Qué hizo él para merecer que lo vinieran a matar a su propia casa?”.

“Por favor, dennos información de por qué pasó. Queremos tener un poco de paz”, agregó antes de ser embargada por el llanto.