¿Enjuagarse la boca con carbohidratos mejora el rendimiento deportivo?
La imagen se vio constantemente durante el Mundial y se va repitiendo en diferentes escenarios deportivos
Es una escena que se ve repetidamente en las canchas del fútbol profesional, y el Mundial de Rusia 2018 no fue la excepción: jugadores que se enjuagan la boca y escupen el líquido a continuación.
Algunos futbolistas han dicho que simplemente quieren refrescar su boca, la cual tiende a secarse -como le ocurre a cualquier persona- después de periodos prolongados de actividad física.
Pero investigaciones científicas apuntan a que el enjuague puede generar un efecto positivo para el desempeño de los deportistas.
En especial, tomar un sorbo de una solución con carbohidratos, enjuagarse la boca y después escupir el líquido es una técnica que se ha estado poniendo a prueba en el pasado.
Los investigadores han estudiado si esto permite al deportista ganar un impulso de energía en momentos de cansancio, como pueden ser los decisivos minutos finales de un partido de fútbol o los tiempos extra.
Los diversos estudios que lo están analizando en el fútbol aún no tienen resultados concluyentes, pero sí se han encontrado algunos indicios de que el enjuague bucal con carbohidratos, conocido en inglés como carb-rising, puede ser positivo.
El impulso deseado
Uno de los estudios en este campo es el de investigadores de la Universidad de Coventry, Reino Unido, publicado el año pasado en la Revista Europea de Ciencia Deportiva.
Los expertos encontraron pruebas de que enjuagarse la boca con carbohidratos permite mejorar el rendimiento, aunque su impacto se hace más evidente en actividades físicas de forma instantánea.
Con ello coincide Trent Stellingwerff, el director de soluciones para el rendimiento del Instituto de Deportes de Canadá y autor de otro estudio sobre el tema.
Los resultados de la investigación realizada “nos impactaron”, reconoció Stellingwerff.
“Enjuagarse tiene un efecto inmediato, ya que se percibe que el ejercicio que se está haciendo es más fácil”, explicó en las conclusiones de su investigación.
La diferencia entre ingerir carbohidratos y solo enjuagarse con una solución que los contenga se basa en los beneficios y efectos que producen en el cuerpo.
Mientras que se recomienda su consumo antes o después de la actividad física para generar las reservas de energía necesarias para activar los músculos, el enjuague está más dirigido a provocar un impulso instantáneo en el rendimiento durante el propio ejercicio.
Tanto el estaudio de la británica Universidad de Coventry como el de Stellingwerff coincidieron en que el contacto de la boca con una sustancia de carbohidratos “estimula los centros de placer y recompensa en el cerebro“, lo que brinda un mensaje positivo al cuerpo para convencerlo subconscientemente de que puede exigirse más.
La razón por la que los deportistas lo escupen y no lo ingieren es que, en el caso de hacerlo, les podría crear problemas estomacales en un cuerpo que está al límite del esfuerzo físico.
Estimulación de nervios
La mayoría de lo estudios explican que la persona debe mantener el líquido entre 5 y 10 segundos para que pueda tener contacto con el mayor número de nervios receptores en la boca vinculados con el cerebro, afectando también a la motivación y la tolerancia del dolor.
Los futbolistas y sus equipos médicos suelen ser reacios a explicar qué técnicas ponen en práctica para mejorar el desempeño.
Sin embargo, el diario The New York Times citó a una fuente de la selección de Inglaterra que reconoció que el enjuague de carbohidratos era “algo que el equipo había visto hacer en el pasado” que se considera “una práctica bastante estándar”.
Si bien las investigaciones todavía están en una etapa preliminar, los resultados obtenidos apuntan a que este método puede mejorar el rendimiento de la persona entre un 2 % y 3 % durante un lapso de tiempo de entre 15 y 30 minutos.
Se trata de un tempo suficiente para marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso para un atleta de élite o, simplemente, para cumplir con el objetivo en el caso de un deportista aficionado.