Hija de madre indocumentada vence pronósticos en contra y llega a la universidad

Logra el apoyo de los abogados Sahagún y del Club Rotario Sin Fronteras para llevarla de Indio, California y al norte de Arizona

Kaila posa feliz al lado del edificio de dormitorios donde va a vivir mientras estudia en la Universidad del Norte de Arizona. (Foto cortesía abogada Rosa Elena Sahagún)

Kaila posa feliz mientras estudia en la Universidad del Norte de Arizona. (Foto ) Crédito: Cortesía abogada Rosa Elena Sahagún

Una menor de edad que sobrevivió a una violación, venció los vaticinios en contra que no le auguraban ningún futuro, y logró ser aceptada en la universidad con la mira puesta en ser cirujana del corazón. Pero el trabajo no lo hizo sola sino con el apoyo de su madre indocumentada, los abogados Sahagún y el Club Rotario Sin Fronteras.

Noemí Barragán estaba desesperada. Su hija Kaila Elizarrarás de 17 años estaba lista para ir a la Universidad del Norte de Arizona (Northern Arizona University), pero no tenía dinero para el transporte ni para instalarla en el dormitorio del campus universitario.

Así que esta madre decidió poner un anuncio en Facebook suplicando por ayuda. También se puso a vender tamales y contactó a diferentes medios de comunicación y gente influyente.

“Les contaba de mi hija; y me decían, tiene una historia impresionante, pero no podemos hacer nada por ella”, recuerda.

Karla Elizarrarás nació en Indio, California. Se graduó este año con honores de la secundaria Riverside County Education Academy. Fue aceptada por la Universidad del Norte de Arizona en Flagstaff, Arizona.Su promedio de calificaciones, algo conocido como GPA, es de 4 —el puntaje máximo— lo que dice mucho de su empeño.

Noemí Barragán es una madre soltera de 37 años, quien fue traída de Veracruz, México a los nueve años. Estudió hasta la secundaria. Tiene tres hijas. Su hija mayor Kaila, Brianna y la menor Raquel.

Kaila Elizarrarás con los abogados Rosa Elena Sahagún y su esposo Bryan Owens Sagagún quienes la llevaron a la Universidad del Norte de Arizona.

Un ángel en forma de abogada

No fue hasta que la abogada en migración Rosa Elena Sahagún se topó con su publicación en Facebook, en la que mostraba sus esfuerzos para mandar a su hija mayor a la universidad, que las cosas cambiaron.

La abogada Sahagún dice que le llamó mucho la atención que Noemí Barragán estuviera vendiendo tamales para la escuela de su hija. “Le ordené tamales para ayudarla. Le pregunté cuándo se la iba a llevar a la universidad”, recuerda.

“La madre me respondió que no podía llevar a su hija a la universidad porque es indocumentada. Rápidamente hablé con mi esposo Bryan Owens Sahagún. Él es abogado civil y aunque tenemos mucho trabajo, me apoyó, y decidimos traerla nosotros mismos a Kaila a la Universidad en Arizona, y  ayudarla con todo lo que necesitara para instalarse en su dormitorio” cuenta.

Lo que es más, la abogada Sahagún dice que a través del Club Rotario Sin Fronteras que crearon en Riverside, decidieron adoptar a Kaila y apoyarla en lo que necesite mientras esté en la universidad.

”Aunque el Club Rotario sin Fronteras es nuevo, estamos tratando de dejar huella y darle la mano a la comunidad. Con Kaila hemos hecho el compromiso de ayudarla en todo lo que necesite”, sostiene.

Kaila posa feliz al lado del edificio de dormitorios donde va a vivir mientras estudia en la Universidad del Norte de Arizona. (Foto cortesía abogada Rosa Elena Sahagún)
Kaila posa feliz al lado del edificio de dormitorios donde va a vivir mientras estudia en la Universidad del Norte de Arizona. (Foto cortesía abogada Rosa Elena Sahagún)

Quiere ser cirujana

Kaila dice que aunque fue aceptada en varias universidades, se decidió por la Universidad del Norte de Arizona porque le ofrecieron becas y más oportunidades que cualquier otra. “Quiero estudiar medicina para convertirme en cirujana de corazón”, dice. Un sueño que nació cuando una de sus hermanitas pasó meses internada en un hospital por un cáncer en la sangre. “Yo miraba a los doctores entrar y salir, observaba su trabajo y me gustó mucho lo que hacían. Esa experiencia me hizo decidirme a querer ser cirujana”, expresa.

Admite que está feliz de ir a la universidad. Sus clases comienzan el lunes 27 de agosto. “Me siento muy orgullosa de esta oportunidad, y de ser un ejemplo para mis hermanas de 14 y 8 años. Soy la primera en ir a la universidad en la familia”, dice.

Y confía que desea mucho graduarse de la universidad porque significa cambiar su futuro.

“Mi mamá se gana la vida limpiando casas. Para ella ha sido muy difícil sacarnos adelante y pagar las cuentas. Hemos vivido de casa en casa. Ella ha hecho lo imposible por darnos lo que necesitamos. No son lujos sino comida, ropa, zapatos y un techo”, dice.

Y confiesa que admira mucho a su madre porque en medio de su pobreza y todos los desafíos por los que ha pasado como mamá soltera e indocumentada, siempre la ha animado a echarle ganas a la escuela. “Yo siempre voy a estar contigo, me dice. Yo quiero ser cirujana; y un día comprarle una casa a mi mamá para que deje de rentar”, dice.

Noemi Barragán vendió tamales para conseguir fondos para que su hija fuera a la universidad.

Una madre orgullosa

Noemí dice que su hija es un gran orgullo para ella.”Ha vencido todos los pronósticos que aseguraban que no terminaría la secundaria porque quedaría embarazada. Ella es un ejemplo de que sí se puede”.

Con la voz entrecortada por la tristeza, revela que admira mucho a su hija porque a pesar de que sobrevivió a una violación por parte de su padrastro, ha sabido salir adelante.

“Ese hombre casi me mata, y terminó por enviarme una semana a la cárcel acusada de violencia doméstica cuando él era quien me estaba atacando. En ese tiempo, que estuve detenida fue cuando violó a mi hija. Yo sufrí una depresión tan fuerte que hasta planee matarme, pero fue la terapia y el amor por mis hijas lo que me ayudó a recuperarse”, dice.

Lo que más anhela es que su hija Kaila tenga una vida mejor que ella, confía.

“Me siento bien feliz. Es una bendición muy grande que vaya a la universidad. A la vez estoy triste, porque por la falta de papeles no pude ir con ella a acompañarla, dice.

Pero agrega que la reconforta saber que su hija llegó a la universidad acompañada por quien llama sus ángeles, la abogada Rosa Elena Sahagún y su esposo Bryan Owens Sahagún.

La doctora Sahagún dice que Kaila logró llegar a Northern Arizona University gracias a su esfuerzo y al de su madre que le dio educación y principios. “Es un gran orgullo para la comunidad del Valle de Coachella que una muchacha tan determinada como Kaila haya ingresado a la universidad”, dice.

“Fue muy triste ver a su madre y sus hermanas despedir a Kaila para ir a la universidad. Al ver tanto amor entre ellas, supe que haremos todo lo que podamos para que se gradúe de la universidad y cumpla su sueño de ser una cirujana del corazón”, expresa.

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