Madre deportada regresa a EEUU, pero la vuelven a detener y ahora enfrenta cargos federales
La Red Nacional de Jornaleros lanza una campaña para pedirle al procurador de Arkansas le borre los cargos
Mayra Machado, una joven madre deportada el año pasado a El Salvador, reingresó al país de manera indocumentada desesperada por reunirse con sus tres hijos, pero un percance de tránsito provocó que los agente de Migración la detuvieran de nuevo y la entregarán a las autoridades federales.
Ahora enfrenta cargos federales por su reingreso al país sin documentos, y ha sido puesta en una cárcel federal condenada a dos años de prisión. El gobierno federal le ha negado una entrevista de asilo.
“Le pegué levemente a un carro al dar marcha atrás. Me entró mucho miedo. Le llamé a una prima y me dijo que usara su nombre. Pero cuando me empezaron a preguntar más, le tuve que decir la verdad al policía estatal. De todos modos, me llevaron arrestada”, cuenta Marchado en una entrevista vía telefónica desde la cárcel del condado de Washington en la ciudad de Fayetteville, Arkansas. El condado le renta espacio a los fiscales federales en dicha cárcel.
Le quitan los cargos, pero ICE la detiene
Aunque logró que le quitaran los cargos por el accidente, no pudo evitar que los agentes del Servicio de Migración y Aduanas (ICE) la detuvieran cuando ya había pagado su fianza para salir libre, y la entregaran a las autoridades federales.
Mayra, de 33 años de edad, fue deportada el 6 de enero de 2017. Había sido arrestada el 10 de diciembre de 2015. Permaneció en una centro de ICE en Louisiana por más de un año. Tras su deportación, su madre se hizo cargo de sus tres hijos: Dominic de 12, Dyanara de 11 y Dorian de 8 años.
Ella vino a Estados Unidos a los cinco años, cuando su familia escapó de la Guerra Civil de El Salvador. Creció en el condado de Orange en California hasta que su madre se la llevó a Arkansas a los 17 años.
Logró ampararse contra la deportación y obtener un permiso de trabajo bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS), pero lo perdió debido a que en su juventud se metió en líos con la justicia por falsificar cheques y pasó cuatro meses en un campamento para jóvenes que tienen problemas por primera vez. En la temporada navideña de 2015 fue detenida por un presunto error de tránsito cuando acompañada por sus hijos, venía de comprar el árbol de Navidad.
“Cuando me deportaron, en El Salvador solo duré un mes y medio. Fue un shock. Llegué a un pueblo chico con muchas casa solas. Me recibió una tía a la que no había visto desde niña”, recuerda.
Huye para salvar su vida
Cuenta que debido al acoso que sufría de los pandilleros, prefería no salir de la casa. “Yo creo que si me hubiera quedado, me hubieran matado o violado”, dice.
Mayra se reencontró con sus hijos en Arkansas dos meses después de su deportación. Reinició su vida como si nada hubiera pasado hasta el 22 de mayo pasado cuando accidentalmente golpeó a otro vehículo.
Desde entonces ha estado detenida.
“Trato de mantenerme optimista. Mucha gente de la comunidad me está apoyando. Mi hijo Dominic, el más grande, está muy activo en mi defensa, y el chico siempre me pregunta cuándo voy a salir. ‘¿Cuánto tiempo te van a detener esta vez mami?’ No sé qué decirles, los extraño mucho”, dice.
“El ICE y el procurador Jeff Sessions me han separado de mis hijos dos veces desde 2015. Mis hijos están lidiando con un trauma emocional mezclado con depresión y ansiedad”, comenta.
Y agrega que el miedo a no saber qué va a pasar la está matando. “Les he dicho a mis hijos que nunca los voy a dejar. Siento que les he fallado a causa de estas políticas de migración que nos han separado”, comenta.
Petición al procurador
Olga Tomchin, abogada de derechos humanos, criticó que Mayra esté siendo procesada por huir del peligro y ser una buena madre, sin que le de la oportunidad de presentar su caso de asilo. “Nunca ha tenido una audiencia, ni entrevista de asilo”, recalcó.
“Es inmoral y antiético procesar a los refugiados y a los buscadores de asilo. Escapar para salvar tu vida no es un crimen”, enfatizó.
Y recordó que el primer abogado de Mayra la estafó al decirle que le iba a pedir el asilo, pero nunca lo hizo. Así que ninguna corte emitió un fallo en el caso de asilo. “Cuando la deportaron estábamos tratando de arreglar eso”, expuso.
Tomchin dijo que la esperanza está puesta en el procurador federal de Arkansas, a quien le están pidiendo que elimine todos los cargos de Mayra. “Eso queda a su total discreción. Si lo conseguimos, Mayra puede quedar libre para pelear su caso de asilo y reunirse con sus hijos”, dijo.
Si quieres ayudar a Mayra, puedes firmar una petición promovida por la Red Nacional de Jornaleros (NDLON).
Récord previo
En diciembre de 2015, cuando Mayra luchaba contra su deportación, Virginia Kice – quien era portavoz del ICE en ese entonces – dijo que la joven madre tenía un récord de 10 años por múltiples condenas criminales que incluyen dos cargos por falsificación de cheques de junio de 2004 en el condado Washington de Arkansas, así como sentencias por varios delitos menores.
Precisó que debido a su historial con delitos mayores, recayó dentro de las prioridades anunciadas por el secretario de Seguridad Nacional en 2014.