Padres e hijos migrantes se reencuentran para vivir la mejor Navidad de sus vidas

El encuentro es posible después de años de cabildeo ante el Servicio de Migración y Aduanas (USCIS) para que otorgara una visa humanitaria a los padres

Decenas de familias se reencontraron ayer para la felicidad de padres e hijos. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Decenas de familias se reencontraron ayer para la felicidad de padres e hijos. (Aurelia Ventura/La Opinion) Crédito: Aurelia Ventura | Impremedia/La Opinion

La explanada del Ayuntamiento de Los Ángeles sirvió de escenario para que padres de cinco estados mexicanos se reunieran con sus hijos, a los que algunos de ellos no habían visto por más de 25 años. En una cosa coincidieron todos, la Navidad del 2018, será la mejor de sus vidas.

“Cuando me enteré que venía a ver a mi hijo a Los Ángeles, los días se me hicieron largos esperando el día. Se siente mucha emoción”, dice Daniel Gómez Tapia de 79 años, quien viajó desde Toluca, México para reunirse con el mayor de sus seis hijos, Fermín Gómez, a quien no veía desde hace 23 años.

Al verse, se abrazaron largamente y entre lágrimas, se dijeron lo mucho que se querían.

La explanada sur del Ayuntamiento sirvió de escenario para el reencuentro entre padres e hijos. (Aurelia Ventura/La Opinion)

En el emotivo encuentro, más de 40 padres mexicanos se reunieron con sus hijos a los que debido a su condición migratoria que les impide viajar, no habían podido ver en años, pero también se encontraron por primera vez con sus nietos y bisnietos.

“Estoy que no me lo creo. Por fin nos encontramos otra vez. No es lo mismo hablar por teléfono que verlo en persona”, dijo Fermín.

El concejal Gil Cedillo – junto con el estado mexicano de Nayarit y la organización Pueblos Unidos – fueron anfitriones de la tercera reunión familiar de padres e hijos de los estados mexicanos de Nayarit, Oaxaca, el estado de México, Puebla y Veracruz.

“Este no es un evento político. Es un evento de amor. Ningún político puede parar el amor de la familia”, dijo el concejal Cedillo, quien habló de lo que significa no tener ya a los seres queridos. “He perdido a mi esposa y a mis padres”, dijo.

Daniel Gomez Tapia se reunió con su Fermín Gomez después de no verse por años. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Avelina Barván, de 73 años, viajó desde Puebla para reunirse con sus tres hijos María, Julia y Mario Benitez en Los Ángeles, siete nietos y dos bisnietos a quienes no veía desde hace 26 años.

“Pensé que me iba a morir sin verlos. Pero mi Dios tan poderoso me permitió venir y me siento tan orgullosa y bien contenta”, afirma.

“Reencontrarme con mi madre es el mejor regalo que hemos recibido en toda nuestra vida”, dice su hija María, secundada por sus hermanos.

“Siempre tuve la ilusión de que sí la íba a ver. Estuve luchando y luchando hasta que se dio la oportunidad y gracias al señor Cedillo y a Dios que se nos cumplió el sueño”, externa.

Lino Bastida, comisionado del Congreso de Nayarit, precisa que el reencuentro de las familias es producto del trabajo del gobierno que quiere ver feliz a los padres y a sus hijos.

“Todo el proceso de llevarlos a la Embajada de Estados Unidos en la ciudad de México y conseguirles las visas se llevó dos meses y medio. Pero todo el trabajo se compensa al ver a las familias tan felices de volverse a encontrar”, comenta.

Eva Quero Martínez se reunió con sus hijas Rosalía, Azucena y Liliana Flores. (Aurelia Ventura/La Opinion)

Sin palabras

Eva Quero Martínez vino desde Veracruz a reunirse con sus hijas Rosalía, Azucena y Liliana Flores, a quienes no veía desde hace 17 años.

Sin parar de llorar, Rosalía externa que no tiene palabras para describir lo feliz que se siente de ver a su madre.

“Yo estaba pensando hasta regresarme a México porque mi madre ya tiene 72 años. No podía aguantar más sin verla”, expresa.

Su madre no oculta su alegría. “Estoy muy feliz de volver a ver a mis hijas. Pensaba que nunca más las volvería a ver. Ahora estoy emocionada porque voy a conocer como a 17 nietos”, dice.

Rosalía agrega que después de pasar varias noches sin dormir de la emoción de encontrarse con su madre, dice que los días que esté su progenitora con ella, lo único que quiere es disfrutarla y disfrutarla.

Las muestras de amor fueron muy intensas entre padres e hijos .(Aurelia Ventura/La Opinión)

Disfrutarlos día a día

Fermín Tello Rentería y su esposa Baudelia López llevaban entre 15 y 17 años sin ver a sus hijas Carmen y Ana.

El padre de 75 años, dice que quiere llevarse abrazando a sus hijos. “Quiero disfrutarlos y pasarme risa y risa con ellos porque creía que nunca los iba a ver”, dice el padre riendo.

La madre Baudelia externa que el corazón se le sale del gusto de ver a sus hijos y nietos.

Su hijos Fermín, Ana y Carmen Tello coinciden en que no solo se sienten felices sino agradecidos.

“La verdad que esta Navidad, con nuestros padres a nuestro lado, va a ser la mejor de nuestras vidas”, dice su hija Ana Tello, feliz de la vida.

“Quiero que mi mamá me haga chocolate calientito”, comenta.

Avelina Barván fue la madre que más años tenía de no ver a sus hijos. Llevaba 26 años sin poder abrazarlos. (Araceli Martínez/La Opinión).
Avelina Barván fue la madre que más años tenía de no ver a sus hijos. Llevaba 26 años sin poder abrazarlos. (Araceli Martínez/La Opinión).

Ana Fabián vino desde Oaxaca para ver a sus hijas Lidia y Sixta Molina, y tres hijos más a quienes hace 18 años no veía.

“Gracias a mi cuñada Tomasa Demetrio que nos enteramos del proyecto para traer a mi suegra”, dice Lidia.

“Se me hace que estoy soñando”, dice Fabián, cuya mayor ilusión era conocer a sus 15 nietos, como Angelin.

Los padres recibieron permiso del gobierno estadounidense para pasar 25 días en el país. Su viaje de regreso está programado para el 4 de enero.

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