Es importante saber cuándo retirarte del concesionario de autos

Estas son 4 señales de que un concesionario de autos no te está tratando de manera justa. Los peores concesionarios usan fanfarronadas y presión, por lo que es importante recordar que tú, y no el concesionario, establece el ritmo para comprar un auto. Ten en cuenta que, según la encuesta MAXDigital, el 90% de los concesionarios de autos les pagan a sus vendedores por comisión, por lo que a los vendedores les interesa venderte al carro. Haz tu investigación con anticipación y recuerda que puedes alejarte en cualquier momento. Después de todo, es mejor tomar un descanso de la negociación que quedarte atascado con un auto por el que pagaste demasiado.

No quieren enviarte una cotización por correo electrónico

Si un concesionario no ofrece una cotización por correo electrónico, o si responde solo para decirte que debes ir en persona a la agencia automotriz para obtener una cotización, es hora de encontrar uno que se comprometa con un precio por adelantado.

Ellos te salen con el “Cuadrado por cuatro”

Esta técnica de ventas de la vieja escuela usa una hoja de cálculo dividida en cuatro casillas: el valor del intercambio de tu auto viejo, el precio de compra, el pago inicial y el pago mensual. Enfocarse en ese pago mensual tiene la intención de distraer al comprador de negociar el precio general del vehículo o tratar de ocultar la duración de un préstamo o tasa de interés (o el factor de dinero, en el caso de un contrato de arrendamiento).

Te presionan para que compres

Un concesionario te puede preguntar: “¿Qué se necesita para que compres este carro hoy?” O presionarte para que firmes los documentos durante el proceso de negociación. Algunos de estos documentos son legalmente vinculantes y otros no. Tómate todo el tiempo que necesites para leer todos los documentos con cuidado, y no firmes nada hasta que te sientas cómodo con los números que te han ofrecido.

La venta final

A menudo, la experiencia de comprar un auto se hace más amarga cuando vas a la oficina de finanzas y seguros. Aquí es donde te verás presionado a comprar extras como garantías extendidas, el grabado del VIN, protección de tapicería y un seguro GAP. La mayoría de estos son innecesarios o pueden ser negociados en el precio. Haz tu tarea de antemano y no aceptes ningún cargo hasta que hayas tenido tiempo de pensarlo bien.

Nota del editor: Este artículo apareció en la edición de enero de 2019 de la revista de Consumer Reports.

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