Por qué la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) es absolutamente necesaria para todos los niños

La vacuna MMR o triple vírica nos previene de la rubeola, el sarampión y las paperas. Esta vacuna se recibe en dos dosis durante la infancia: la primera entre los 12 y 15 meses y la segunda entre los 4 y los 6 años.

Por qué es importante

La vacuna hace que el sistema inmune del niño reaccione y combata rápidamente a cualquiera de estas tres infecciones. Después de la segunda dosis, un 99% de los vacunados estarán a salvo de las paperas, la rubéola y el sarampión por toda su vida.

Raras veces provoca una ligera fiebre en el niño a los pocos días de haber recibido la primera dosis. Otros efectos secundarios son el sarpullido y la inflamación de las mejillas.

Quienes no pueden recibir la vacuna

No es recomendable suministrar la segunda dosis si la primera ha provocado algún tipo de alergia, tampoco se debe suministrar si se ha comprobado en el niño alergia a antibióticos como la neomicina o a alimentos como la gelatina.

Tampoco debe ser aplicada si tu hijo padece alguna enfermedad que deteriore el sistema inmune, si está haciendo quimioterapia, ha tenido un recuento de plaquetas bajo o ha recibido transfusiones de sangre hace poco tiempo.

Así mismo, las mujeres embarazadas que no hayan recibido la vacuna deben esperar a dar a luz para aplicársela.

Cuidados especiales

La vacuna puede provocar una ligera erupción en el niño, si este es el único efecto secundario, se debe esperar unos días a que desaparezca. En caso de fiebre suminístrale una pequeña dosis de acetaminofén.

La vacuna MMR o triple vírica debe ser aplicada a tu hijo por su efectividad al prevenir la rubeola, el sarampión y las paperas. Hay enfermedades que hasta ahora no sabemos cómo prevenir, por eso es mejor estar preparado para aquellas que ya tienen su vacuna.