¡Los muros matan, no los financien!, le dicen inmigrantes al Congreso durante protesta en Los Ángeles

Exigen que no aprueben fondos para la barda que quiere construir el presidente Trump

Activistas e inmigrantes realizaron un 'die-in' frente a la Alcaldía de Los Ángeles en protesta contra el muro propuesto por el presidente Trump en la frontera entre México y Estados. (Araceli Martinez Ortega)

Activistas e inmigrantes realizaron un 'die-in' frente a la Alcaldía de Los Ángeles en protesta contra el muro propuesto por el presidente Trump en la frontera entre México y Estados. (Araceli Martinez Ortega) Crédito: Araceli Martinez Ortega | Impremedia/ La Opinión

Armados con un gigantesco muro fronterizo hecho de papel y decorado con cruces blancas en el que se podía leer en letras rojas, “las bardas matan”, miembros de la comunidad, activistas, líderes religiosos y organizaciones como la Coalición por los Derechos de los Inmigrantes (CHIRLA), marcharon y se manifestaron para exigirle al Congreso que no financie ningún muro.

“No queremos más agentes en la frontera, no más camas para los detenidos, y no más financiamiento para el muro fronterizo”, exigieron los entre 30 y 50 participantes que protestaron en las escalinatas del Ayuntamiento de la ciudad de Los Ángeles.

Muchos de los participantes se tiraron al piso en un “die-in” (muerte masiva) para mostrar el efecto que tienen las políticas del presidente Trump en los inmigrantes y lo que significaría un muro en la frontera entre México y Estados.

Recalcaron que “los muros fronterizos no salvan vida, ellos matan”. De acuerdo a la organización Border Angeles, desde 1998, han muerto en la frontera, 7,216 inmigrantes.

Angélica Salas, líder de CHIRLA admitió que el presidente Trump ha ganado al lograr un acuerdo tentantivo para construir parte de su muro fronterizo, con más centros de detención y más dinero para seguridad interna”.

Lamentó que los impuestos de los estadounidenses se vayan a utilizar en una barda en la frontera sur que puede costar muchas vidas y sufrimiento.

“Esa barda es racista, pero también lo que vimos es que autorizaron 45,000 camas en los centros de detención, y eso para nosotros es inaceptable. Estábamos pidiendo que se disminuyeran porque querían 60,000. Las 45,000 camas significan más seres humanos detenidos y más familias separadas en la frontera y el interior”, señaló Salas.

Los congresistas de California como Pete Aguílar, Lucille Royball y Barbara Lee, que representaron a California en las negociaciones, lograron ayuda humanitaria para la frontera y más alternativas de detención para familias enteras.

Pero además, consiguieron que Migración no pueda ir detrás los patrocinadores y padres de niños no acompañados.

La protesta es en respuesta que el presidente Trump y los negociadores del Congreso llegaron a un acuerdo tentativo para darle al gobernante solo 1,400 millones de dólares para construir su muro fronterizo contra los 5,700 millones de dólares que solicita. Esto significaría construir 55 millas de barda en el Valle del Río Grande en Texas. El gobierno de Trump demandaba construir 215 millas de muralla en la frontera sur. Aún no se sabe si el presidente aceptara el trato. Ha declarado que está complacido con el avance de las negociaciones, pero no está contento con el acuerdo.

Miembros de CHIRLA rompieron una pancarta que simbolizaba el muro en la frontera. (Araceli Martínez/La Opinión).
Miembros de CHIRLA rompieron una pancarta que simbolizaba el muro en la frontera. (Araceli Martínez/La Opinión).

La líder de CHIRLA dijo que los inmigrantes han sido sacrificados en este acuerdo tentativo que construirá una parte del muro por puro juegos políticos. ” Estos muros condenan a los inmigrantes a ir a lugares más inhóspitos y peligrosos para intentar cruzar. Son padres, madres e hijos que han muerto por las decisiones de este presidente y los del pasado. Lo que ahora tenemos que hacer como organización, es seguir en la lucha, crear poder político y decir no al muro”, señaló.

Juanita Santana, quien emigró de México a los Estados Unidos hace 50 años, cuando tenía 17 años, pidió levantar las voces. “Es una injusticia y un negocio encarcelar a los inmigrantes. No les dan medicina y duran semanas tratando de ver a un doctor”, afirmó.

Santana dijo que dejó México siendo una menor por ayudar a su familia que vivía en la pobreza en su natal Zacatecas. “Me tocó ver a mi mamá romper su rebozo para hacer pañales para sus hijos, mientras que mi papá se la pasaba mirando al cielo, esperando que se levantara la cosecha. Y cuando no se lograba, era puro pasar hambres”, recuerda.

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