Kia K900: lujo sin envidias

Opulento sedán de gama alta que compite con cualquiera

La carretera está abierta y el día perfecto para un paseo. La ruta Los Angeles-Palm Springs no tiene mucho tráfico. Es sábado a medio día y el destino está a unas 75 millas de distancia: campos verdes y luego el desierto, más adelante, mucho sol.

¿El auto? de lujo: esta vez se trata del K900, un sedán del fabricante coreano KIA que no tiene nada que envidarle a otros de su clase. Es amplio, cómodo y poderoso. Tiene de todo para el consumidor más exigente.

Es atractivo, de lineas clásicas pero modernas y un frente distintivo. Al abordarlo, lo primero que llama la atención es su tablero elegante con interiores de madera y asientos de cuero negro. También destaca su sistema de navegación, claro, simple, al punto. Su velocímetro es digital y cambia en estilo y color con presionar un botón. Y su pantalla de navegación 12 pulgadas.

Sus cámaras registran todos los ángulos posibles: vista trasera, las laterales y hasta desde arriba. Quienes hemos chocado alguna vez en reversa lo agradecemos, así como la fuerte vibración del timón cuando un obstáculo se atraviesa durante la marcha atrás.

Comienza entonces un andar señorial: el auto es grande y pesado pero sus 3.3 Litros y motor en V6 dan buena cuenta del avance.

De las tres opciones preestablecidas Comfort, Eco y Sport ésta última es sin duda la más divertida: el asiento se comprime y el cinturón de seguridad aprieta al conductor haciéndole un guiño para que pise el acelerador y le suba la temperatura al paseo. Con sunroof o ‘quemacocos’ abierto, no hay quien se la pase mal.

Pero no todo son carreras y luego de la fiebre inicial la carretera comienza a sumar distancia. Allí es donde el auto hace una gran la diferencia: la velocidad se establece a unas 75 millas por hora en control de crucero y la proyección olográfica HUD muestra el ícono del auto y dos carriles por los que anda sin salirse. Y aunque el mismo computador pide al conductor mantener las manos en el volante, es el mismo K900 el que gira una y otra vez las curvas del camino. ¡Llegó por fin la época de los autos que se manejan solos!

El frenado automático que ya viene de fábrica en un buen número de vehículos nuevos también reconforta en este caso. Aunque uno sabe que no debe mirar el teléfono, una distracción nunca está demás; ante eso, el K900 queda literalmente parado en seco, de inmediato y con efectividadad. Todo un alivio.

Es un auto cuyo precio se ubica entre los $59,000 y los $65,000 con opciones. Muchos fruncen el entrecejo al escucharlo. “Pero es un KIA”, dicen. No es un auto económico y ciertamente la marca, por lo menos en EEUU, carece del renombre de otras en esta gama de lujo donde hay muchas opciones. Pero la verdad sentado al voltante del K900 nunca pensé que estaba en un carro de menor categoría que cualquier Tesla, Lexus o Mercedes Benz. Y me la pasé de perlas.

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