“A México le falta claridad frente a los refugiados y migrantes”
La situación de los inmigrantes en México es irregular y carece de las protecciones que el país se ha comprometido a mantener, dice funcionaria de la ONU
El presidente López Obrador ha hablado de ayuda humanitaria a inmigrantes. Crédito: John Moore/Getty Images
MÉXICO – Alrededor de 18,000 transmigrantes –mayoritariamente centroamericanos– esperan en la frontera norte de México su ingreso a Estados Unidos, otro tanto (18,365 para ser exactos, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, Comar), piden asilo en México para huir de los problemas de inseguridad y mala economía en sus países, mientras el gobierno lanza mensajes contradictorios sobre lo que hará con ellos, observan analistas.
“Hay dos políticas en contradicción en el nuevo gobierno mexicano, uno en discurso y otro en la práctica”, advirtió la académica Virginia Negro, especialista de proyectos sobre migración laboral de Naciones Unidas, durante el seminario Seguridad Nacional y las fronteras sur y norte de México, ¿una nueva relación con EEUU? organizado por el Colegio de la Frontera Norte.
A diferencia de países como Canadá o algunos en Europa, México no tiene cuotas exactas que reconozca a cuántos refugiados puede recibir dignamente, que los integre completamente a una sociedad, a la cultura, al empleo, a los sistemas educativos y de salud.
La Comar, por ahora se apoya con algunas asociaciones civiles que buscan empleos, pero no hay un registro oficial de cuantas son las personas que logran colocar.
“México necesita hacer estudios sobre el presupuesto que va a destinar a los migrantes, ver el impacto demográfico y el mercado laboral real al que hay acceso”, detalló Negro. “La poca claridad genera consecuencias negativas”.
Negro ha detectado, por ejemplo, que las autoridades no tienen conocimiento de muchos programas coyunturales del Instituto Nacional de Migración (INM) que dieron la regularización temporal a los migrantes con la visa por razones humanitarias, pero tampoco conocen otras formas que llevan más tiempo como la Tarjeta de Visitante Regional Fronterizo o la Tarjeta de Trabajador Regional Fronterizo.
Particularmente con la visa por razones humanitarias, los migrantes reciben una Clave Única de Registro de Población (CURP) con la cual “teóricamente” pueden solicitar empleo, pero las empresas no las reconocen porque están más familiarizadas con la Credencial para Votar con Fotografía o el pasaporte, como documentos de identificación.
Otro problema es la nómina: los bancos tampoco aceptan el CURP para abrir cuentas a los migrantes, que finalmente acaban en el mercado informal.
“Todos estos desconocimientos de las leyes y reglamentos no permiten la autonomía de los migrantes, una situación que va en contra de los compromisos de México ante la Organización de la Naciones Unidas.”
