El excomandante de las FARC que pasó de detenido a congresista en solo 12 días

En menos de dos semanas, Jesús Santrich pasó de una celda al Congreso colombiano

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Crédito: EPA

El exguerrillero Jesús Santrich ya es miembro oficial de la Cámara de Representantes del Congreso de Colombia.

Hace 12 días, Seuxis Paucias Hernández Solarte (verdadero nombre del excomandante de las FARC) seguía en una celda judicial señalado por narcotráfico, sin embargo, este martes por la mañana se realizó su posesión como congresista.

Santrich permaneció detenido desde el 9 de abril de 2018 hasta el 30 de mayo de 2019, acusado dos veces por la Fiscalía de Colombia y con un pedido de extradición de Estados Unidos.

Su liberación se produjo en medio de una larga controversia entre las instituciones judiciales colombianas y el rechazo del gobierno de Iván Duque.

El exguerrillero accede al congreso gracias al acuerdo de paz de 2016, que estableció que el ahora partido político Fuerza Alternativa Revolucionario del Común se beneficiaría de manera automática con 10 escaños para el periodo 2018-2022.

Santrich no había podido asumir su puesto antes por su condición de detenido.

Cartel a favor de Santrich

AFP
La FARC nunca aceptó la detención de Jesús Santrich.

¿Quién es?

Era uno de los excomandantes de las FARC protagonistas de las negociaciones de La Habana para el fin del conflicto armado.

Seuxis Paucias Hernández Solarte estuvo 25 años en la exguerrilla, a la que ingresó con 27 años (actualmente tiene 52).

Eligió Jesús Santrich como nombre de guerra en homenaje a uno de sus mejores amigos, que murió asesinado.

Perdió la vista hace una década debido a una enfermedad degenerativa que se le detectó desde la juventud.

Después de estudiar Derecho, se incorporó al movimiento armado en 1991 y, subiendo poco a poco en el escalafón de las FARC, se mantuvo sublevado en armas hasta 2016, cuando se firmó el acuerdo de desarme con el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos.

Sometido a la JEP

Firmado el pacto de desarme a finales de 2016, Santrich se sometió a la Justicia Especial Para la Paz (JEP), un tribunal especial para juzgar los delitos cometidos durante el conflicto armado.

Ese régimen especial otorga penas reducidas y garantía de no extradición a militares, guerrilleros y otros involucrados en la guerra de cinco décadas que protagonizaron el Estado colombiano y las FARC.

El acuerdo señalaba que cualquier otro delito cometido después de la fecha de la firma (1 de noviembre de 2016) debe pasar directamente a la justicia ordinaria.

Bandera de la FARC

Reuters
La FARC ahora es un partido político.

Ese fue el argumento que usó la Fiscalía, a la hora de detenerlo en abril del año pasado.

La entidad señaló que el exguerrillero intentó enviar cocaína entre 2017 y 2018, por lo que ya no podía gozar de ningún fuero especial y podía ser extraditado.

Santrich tenía tal relevancia que, tras esa detención en 2018, otros excomandantes amenazaron con romper el tratado de paz si se llegaba a consumar su entrega a Estados Unidos.

Desde ese momento se comenzó a debatir qué institución tenía la competencia de llevar su caso, la Fiscalía General de la Nación o la Jurisdicción Especial para la Paz.

A principios de mayo de este año, la JEP se declaró competente para atender el caso Santrich y congeló su orden de extradición.

A partir de ese momento comenzó un tira y afloje con la Fiscalía que incluyó una fugaz liberación de prisión y su recaptura apenas unos minutos después debido a una segunda acusación de narcotráfico.

Finalmente la Corte Suprema, el 30 de mayo intervino en la controversia al reconocer la condición de congresista de Santrich y disponiendo su liberación.

La controversia por Santrich

Además de el conflicto entre las instituciones judiciales colombianas, otros actores de la política de ese país intervinieron en la controversia,

En numerosas ocasiones, el presidente Duque lamentó la liberación de Jesús Santrich e incluso llegó a pedir que la decisión sea apelada.

Desde Buenos Aires, donde se encontraba de gira el lunes, el mandatario condenó que el exguerrillero acceda al Congreso.

“¿Cómo puede uno pretender que tengamos un mafioso posesionándose como congresista?”, criticó Duque, quién además pidió a la Procuraduría de su país que suspenda al flamante parlamentario.

En las últimas semanas, debido al caso Santrich, varios representantes de la bancada oficialista le pidieron al presidente Duque que impulse una Asamblea Constituyente capaz de cambiar las reglas de juego del acuerdo de paz.

“No es posible seguir alcahueteando la impunidad y premiando a aquellos responsables de delitos atroces. No más a la JEP cómplice de Santrich, Colombia necesita una Constituyente ya”, señaló en su momento el senador uribista Alejandro Corrales.

Antes, Estados Unidos también lamentó que se haya impedido la entrega del exguerrillero.

“Consideramos esta decisión (de liberarlo) lamentable, ya que Estados Unidos cumplió con los requisitos de extradición establecidos“, señala el mensaje.

EE.UU. señala que la acusación contra Santrich, hecha en un tribunal en Nueva York, establece que los delitos por los que se lo acusa se produjeron después de la firma del acuerdo de paz.

Como congresista posesionado, una posible extradición del exguerrillero tendrá que pasar primero por las altas cortes de Colombia.

*Este artículo se publicó originalmente el 16 de mayo y se actualizó después de la posesión de Jesús Santrich como congresista.


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