Messi: estancado en la grandeza

Para los que amamos el fútbol, esta semana tiene como Boccato Di Cardenale el clásico más apasionante del mundo: Brasil vs Argentina en la semifinal de la Copa América 2019. En esta ocasión con el ingrediente de lujo de los últimos 15 años, el que le pone sazón a todo lugar que pisa: Leo Messi, el mejor jugador que hay en este planeta, nos lo han dicho desde hace 10, 12 años sin parar.

Pero ¿soy yo o el platillo parece tener un sabor distinto?… ¿amargo podría ser?

¿Podría ser que Messi ya no es la fuerza de la naturaleza que solía ser y que impulsaba a compañeros, aficionados y a todo el mundo del fútbol solo con su genialidad?

A Messi lo veo caminar mucho más que correr en los últimos años, sin importar la fase de la Champions que se juegue o si es un amistoso en Miami.

¿Podría ser que a sus compañeros ya no les gusta tanto compartir la cancha con él? El ambiente alrededor de Lio en sus dos equipos está totalmente enrarecido, solo hay que darse cuenta y ser honestos al respecto:

En el Barcelona, la Messidependencia, creada en gran medida por él mismo y su influencia en los fichajes, es tanta, que sus compañeros se sienten incómodos, incluso sus mejores amigos, han dejado de trascender en su entorno.

Es Messi contra todos y lo que ha pasado en Champions League los dos últimos años son un reflejo dolorosísimo de que no ha sido el camino adecuado.

Se habla tanto y se tiene tanto miedo de lo que viene en la era post Messi en Can Barça, que han puesto su comodidad personal como prioridad del club; un precio que puede pagar carísimo el equipo catalán en un futuro a mediano plazo.

En la albiceleste, problemas personales y de ‘empatía’ que han dejado a un país sin una generación completa de jugadores en la que solo se ha tenido la expectativa alrededor del número 10, responsabilizándolo por completo de todo lo que ha pasado con el equipo, en las buenas y… las malas, que han sido muchas más.

No hay duda de la brillantez como futbolista de Lio, es un tipo que lo ha dado TODO por el fútbol y que puede resolver cualquier partido en un segundo gracias a una genialidad.
Este estancamiento en la grandeza, nos muestra (otra vez) que no importa quién seas, nunca serás más importante que un equipo, y mucho menos que el fútbol.