Exposición de retratos en Oakland reafirma la resiliencia boricua

La cuadros de retratos al óleo de Rebeca García-González muestran el rostro diverso de los puertorriqueños

Obras de Rebeca García-González

Retrato de Isaira y su creadora, Rebeca García-González. (Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía) Crédito: Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía

El mensaje quedó claro: las catorce pinturas a todo el color que nos puede entregar el óleo la tela muestran la resiliencia de Puerto Rico, una nación que no solo ha tenido que soportar los avatares propios de una colonia sino también los embates de una naturaleza que ha dejado desastres duraderos.

Apremiada por una visión “racista que presenta una imagen del puertorriqueño como una persona oprimida, como una persona colonizada, como una víctima pasiva de las circunstancias”, Rebeca García-González quiso ir a Puerto Rico a retratar la verdadera cara de Puerto Rico y la rica diversidad de su población isleña.

“Gente en harapos recibiendo ayuda del gobierno norteamericano… No somos así. Somos gente mucho más interesante, más poderosa… Yo pensé ¡caramba! ¿Qué tipo de cobertura que se le está dando a la gente en Puerto Rico? Tanto están haciendo para progresar y levantar la isla… y eso no es lo que está saliendo en las caricaturas y en los artículos”.

Y cuenta Rebeca que así fue como se generó el proyecto de los retratos. “Mi esposa Sarah me dijo pues tienes seis semanas. Tú lo puedes hacer”. Levantaron una campaña financiera en internet y 123 personas donaron más de 8,000 dólares y así se pagó el transporte interno en la isla, los materiales y una mesada a la gente que posó”.

Obras de Rebeca García-González
Retrato de Rose Marie, de Rebeca García-González. (Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía)
Obras de Rebeca García-González
Retrato de Luis, de Rebeca García-González. (Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía)
Obras de Rebeca García-González
Retrato de José, de Rebeca García-González. (Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía)

La artista estuvo en Puerto Rico seis semanas pintando “la diversidad, la otra cara de los puertorriqueños”, pero cuando la gente que posaba comenzó a conversar con ella, la cosa fue otra.  Rebeca se enteró del impacto de la crisis económica creada por la junta de supervisión de PROMESA y esto quedó plasmado en sus pinturas. “Al ver los cuadros uno puede darse cuenta que de forma bien sutil los que decidieron posar estaban tratando de presentar identidades que no eran necesariamente colonizadas”.

Raquel Donoso asistió a la apertura con su esposo. Con esta exhibición “ahora sabemos que el corazón de Puerto Rico está vivo, está aquí con nosotros y Rebeca fue capaz de captarlo. Es muy hermoso. Se puede ver la diversidad de la gente. Cuando tú vas a Puerto Rico es esto lo que ves. Viejos, jóvenes, oscuros, claros. Esta no es una exhibición de gente que son víctimas. Esta gente es fuerte, positiva y esperanzada”, dijo Donoso.

Con la Galería de Arte Sánchez en Oakland repleta de gente, Rebeca celebra la apertura de su exhibición explicando detalladamente sus retratos. Mientras la música vernácula interpretada por el grupo Taller Bombalele resuena en el lugar, ella apunta hacia el cuadro de Carmen Santiago una señora de 89 años del pueblo Juana Díaz. Se ve sentada apaciblemente con una radio transistores en sus manos. “Para mí ella representa el Puerto Rico en el cual yo me crié y los valores de ese pueblo. Oír las noticias es muy importante para ella”.

Obras de Rebeca García-González
Retrato de Carmen Santiago, de Rebeca García-González. (Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía)
Obras de Rebeca García-González
La apertura de la exposición de retratos boricuas de Rebeca García González en la Galería Sánchez de Oakland. (Fernando A. Torres / La Opinión de la Bahía)

Con la atenta mirada de los asistentes Rebeca se mueve hacia un costado y esta vez apunta hacia el retrato llamado Isaira, que es el nombre de la mujer sentada junto a su perro, una artista de circo de 28 años. La mujer se ve ágil y reposada. “Ella hizo algo de la nada, creó una compañía de teatro literalmente de la nada y se gana la vida haciendo un sin número de cosas: es malabarista, payaso y acróbata. Ese perrito fue rescatado del huracán y ahora es un perro de circo. Ella me impresionó porque representa la clase creativa, el nuevo Puerto Rico…”, aseveró Rebeca.

Con sus propio ojos

Vea la exposición de Rebeca García-González en Sanchez Contemporary (1951 Telegraph Ave, Oakland) o visite garcia-gonzalez.com.

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