Activistas se preguntan cuántos niños más tienen que morir para que haya cambios en el DFCS

LaWanda Hawkins y Najee Alí pidieron la renuncia del director de DFCS por la muerte del menor en Palmdale y exigen cargos criminales contra los trabajadores sociales

Noah Cuatro aparece en un video familiar (KTLA).

Noah Cuatro aparece en un video familiar (KTLA). Crédito: Impremedia

LaWanda Hawkins y Najee Alí, activistas afroamericanos dijeron que el niño latino Noah Cuatro, fue “asesinado” y pidieron que los trabajadores sociales del Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado de Los Ángeles a cargo del bienestar del pequeño deberían ser enjuiciados criminalmente por su muerte bajo circunstancias sospechosas, y, solicitaron la remoción inmediata del director del DFCS, Bobby D. Cagle.

“Creemos que los trabajadores sociales y los padres del bebé Noah tienen sangre en sus manos”, dijo Alí, director ejecutivo del Proyecto Islámico HOPE. “A pesar de múltiples quejas de abuso contra el pequeño Noah, no fue removido y se pudo haber prevenido su muerte”.

Noah Cuatro, de apenas 4 años edad representa el tercer caso de alto perfil de niños que mueren en el hogar de sus padres, en el Valle del Antílope, y en el que también se cuestiona el por qué trabajadores sociales del condado no lo separaron de sus padres antes de morir, como tampoco lo hicieron en los casos trágicos de Gabriel Fernández y Anthony Avalos.

LaWanda Hawkins y Najee Alí, activistas afroamericanos se manifestaron frente al edificio de DFCS. (Jorge Macías)

“Gabrielito”, de ocho años, fue víctima de golpizas rutinarias, obligado a pasar hambre, forzado a dormir en un armario y torturado hasta su muerte en mayo de 2013, por su madre Pearl Sinthia Fernández y el novio de esta, Isauro Aguirre.

Anthony Avalos, de 10 años falleció en junio de 2018, luego que su madre, Heather Barrón y su novio, Kareem Leiva lo azotaron con una cuerda y un cinturón, lo colgaron boca abajo y lo arrojaron varias veces sobre su cabeza.

“Incompetencia y negligencia”

¿Cuántos niños más tienen que morir para que haya cambios en el DFCS?, preguntó Alí durante una rueda de prensa frente a las oficinas del DFCS en el 425 Shatto Place de Los Ángeles. “Si los muertos fueran niños blancos [las autoridades] ya habrían hecho algo, pero no, en este caso Baby Noah es latino. Esto es descorazonador; los trabajadores sociales son culpables de que el niño haya sido asesinado”.

El activista añadió que, ante la “incompetencia y negligencia” de los encargados del condado del bienestar del pequeño “urgen cambios en el DFCS desde lo más alto, y la Junta de Supervisores debería remover de su cargo al director [Bobby D. Cagle]”.

Noah Cuatro, de 4 años de edad supuestamente se ahogó el viernes pasado en una alberca del complejo de departamentos Mountain Shadows del bloque 1200 en la Avenida S, en Palmdale.

Signos de trauma en el cuerpo

A las 4:00 de la tarde del viernes anterior, personal de rescate respondió a una llamada de emergencia al 911 de unos padres que dijeron que su hijo se había ahogado. Paramédicos intentaron salvarle la vida y lo llevaron al Centro Médico Regional de Palmdale. De allí lo transportaron Hospital de Niños de Los Ángeles. Noah falleció el sábado a las 8:00 am

Personal médico determinó que había discrepancias entre lo que parecía ser trauma en el cuerpo del niño y la explicación de las causas de su muerte.

“¿Dónde están los derechos de los niños?, preguntó LaWanda Hawkins, fundadora de Justicia para los Niños Asesinados. ¿Dónde están los líderes latinos para pedir justicia por la muerte del pequeño Noah?”.

Detectives del Departamento de Homicidios y de la Oficina Especial de Víctimas todavía no han determinado los hechos sobre la muerte sospechosa del pequeño.

Eva Fernández, la abuela de Noah, sin embargo, ha declarado que la alberca del complejo habitacional está cerrada y que Noah estaba demasiado pequeño como para haber ingresado a la alberca por su propio pie.

En noviembre pasado, el niño había sido retornado a la casa de sus padres, a pesar de sus protestas.

“Le dije a los trabajadores sociales, por favor, él no quiere irse. Él quiere quedarse aquí. Me suplicó”, dijo la bisabuela a KTLA.  “Él se aferraba a mí y me decía: ‘No me envíes de vuelta, abuela’. No lo sé. No pude hacer nada. Solo tuve que enviarlo de vuelta”.

Moción para investigar a fondo

Tony Bell, portavoz de la supervisora del condado Katrhyn Barger, quien representa el área donde han ocurrido las tres muertes de los niños -incluyendo a Noah- dio a conocer que el 16 de julio la funcionaria presentará una moción para exigir “una revisión exhaustiva de los hechos para tener una comprensión más completa del caso” y se ordene a los abogados del condado que supervise una revisión de la investigación sobre la muerte de Noah C. por parte de la Oficina de Protección Infantil (OCP) y rindan un informe en los siguientes 45 días.

En un comunicado entregado por Amanda Suarez – a nombre del director del DFCS, Bobby D Cagle- indica que en repuesta a las preguntas sobre el caso “El Departamento de Servicios para Niños y Familias (DFCS) no puede proporcionar ninguna información en este momento” citando leyes que protegen la confidencialidad de los niños y familias que reciben atención del DFCS.

Otros tres niños que vivían en la casa de Noah fueron enviados a servicios de protección.

En la sesión del próximo martes habrá protestas en la sala Kenneth Hahn donde se reúnen los cinco miembros de la Junta de Supervisores.

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